lunes, 23 de octubre de 2017

POESÍA HOMOERÓTICA


LA SÍNTESIS RARA DE UN SIGLO LOCO

Sergio Téllez-Pon

Fondo Editorial Tierra Adentro, 2017.

$60





         Reseñado en el número más reciente de Luvina, la admirable revista de la Universidad de Guadalajara, pude buscar, y encontrar, este libro de ensayos que describe y analiza la poesía homoerótica en la literatura mexicana desde principios de siglo XX hasta algunos poetas nacidos a mediados de los años ochenta. El extraño título pertenece a un verso del poema Andrógino de Amado Nervo donde el poeta modernista habla del amor hacia el ser que reúne cualidades de los dos sexos



con tus neutros encantos, tu faz de efebo,

tus senos pectorales, y a mí viniste…



y por tal motivo,  el autor Sergio Téllez-Pon advierte que hay escritores que esconden tras la figura femenina su pasión hacia otro hombre (o en el caso de Sor Juana, que evoca su admiración hacia Lisi que en realidad era una dama de la corte virreinal).


Sergio Téllez-Pon



         Dividido en siete capítulos y un apéndice, el libro inicia con los vanguardistas de los años veinte, los casos ya conocidos de Los contemporáneos (Novo, Villaurrutia) y sus coetáneos (Pellicer, Nandino, entre otros) para pasar a los que nacieron en la década siguiente (el jalisciense Guillermo Fernández y el sonorense Abigael Bohórquez) y rematar con el nuevoleonés Jorge Cantú de la Garza.



Tiempo habrá luego

para dedicarnos

al vicio de querernos mucho


Jorge Cantú de la Garza



         Los nacidos en los años cuarenta publicaron en los tiempos antes y cuando Tlatelolco (Luis González de Alba, José Ramón Enríquez). Y quienes surgieron en la década siguiente tuvieron mayor suerte de publicar en los cambiantes, permisivos y evolucionados años setenta cuando comenzaron las manifestaciones contra la homofobia y las represiones (Uriel Martínez, José Joaquín Blanco, Baudelio Lara). Y así continúa la relación y los ejemplos de quienes se han distinguido con las temáticas gay. El autor advierte “en las décadas más recientes abundan los poetas que escriben poesía homoerótica pero su obra se conoce muy poco dado que proliferan las pequeñas editoriales cuya comercialización es limitada". Es de notarse que menciona a poetas importantes que se han desarrollado en Nuevo León como Luis Aguilar



se enamoran irreparablemente

en los pasos que separan la ducha

de la cama



o Luis Javier Alvarado, quien ahora radica en Saltillo.



tan espeso mi semen se aloja en tu cintura

que mecánica idea



lo nuevo



la cultura



y entre los ejemplos con los cuales termina, está Óscar David López, nacido en 1982.



el sudor nace tan debajo del vello

tan anclado

a la respiración    sin embargo



y menciona a Joaquín Hurtado con su correspondencia literaria dentro de la crónica al tratar la temática homoerótica. Sin embargo hay muchos nombres y ejemplos que convierten a este espléndido ensayo en lectura obligatoria.





         El libro termina con un curioso apéndice dedicado a la homofobia previa a la incursión del homoerotismo en la poesía. Para ello, ofrece un epigrama de Marcial, unos versos de Quevedo y reproduce completo el poema picaresco El ánima de Sayula (donde se narra el engaño por el cual un hombre quiere disfrutar de otro, con una moraleja de advertencia a los lectores varones) así como el corrido compuesto debido a la condena de Los 41, los homosexuales descubiertos en una fiesta durante los tiempos porfiristas. Al mostrar estas sátiras que se burlaban de quienes eran diferentes, establece la dificultad y los obstáculos que tuvieron que vencerse para que la tolerancia y lo políticamente correcto llegara a nosotros. 


jueves, 21 de septiembre de 2017

UN ANECDOTARIO HUECO


MAURICIO GARCÉS: LA HISTORIA DE UN SEDUCTOR

Víctor Grayeb

Ed. Diana, 1ª. edición, 2017.

280 páginas. $329





         Un primo de Mauricio Garcés (1926 – 1989) escribe lo que aparentemente es una biografía de la popular estrella de los años sesenta, pero en realidad es un recuento de anécdotas personales que, de pronto, ofrece algunos datos de la vida familiar, artística, hasta cierto punto amorosa, desviándose usualmente hacia otros tópicos que le interesan al Sr. Grayeb, quien, al final de cuentas, produjo un recuento  sobre sus propias cuitas, alegrías y aventuras, al lado y alrededor de Mauricio Garcés.





         Muy mal escrito, pésimamente editado (hay repeticiones excesivas de los mismos datos que pasan de capítulo a capítulo: se nota que faltó un ojo crítico, quizás no hubiera habido libro), resulta insatisfactorio. Uno esperaba, al ver la portada y el título y subtítulo, que se propusiera una investigación profunda, rigurosa, biofilmográfica, acorde con el contexto de vida del personaje y su significación social, pero nos encontramos con otro libro ligero, con chismes personales (Mauricio era muy querido por los presidentes de México y otros políticos; Mauricio durmió una noche en la cama de Claudia Islas sin tocarla; Mauricio regaló dinero a una edecán para que se comprara un auto) y las naturales alabanzas a los antecedentes de su raza, además de la admiración hacia los miembros de su familia.





         Capítulos cortos. Muchas fotografías de personas que acompañaron a Garcés y pocas de él mismo. Ni siquiera una filmografía. Un anecdotario subjetivo, pudoroso, hueco, que repite los mismos lugares comunes (frases, personalidad, ingenio)… aunque sus cualidades paratextuales serán básicas para su mercadotecnia y la subsecuente frustración. Si usted encuentra la revista "Somos" con la edición que se dedicó a Garcés (septiembre 1998), tendrá un panorama más completo de la estrella. 



        

miércoles, 14 de junio de 2017

150 AÑOS DEL FIN DEL IMPERIO




MAXIMILIANO, EMPERADOR DE MÉXICO

Carlos Tello Díaz.

Editorial Debate, Abril 2017. 
$129






         El filósofo e historiador Tello Díaz, autor de una imponente biografía de su antepasado Porfirio Díaz (en un primer volumen delicioso que habla sobre su emergencia como soldado, guerrero, héroe), ahora nos entrega un “texto conciso”, como él mismo lo denomina, acerca del emperador Maximiliano de Habsburgo (1832 – 1867). En 25 capítulos cortos, Tello Díaz recupera un texto escrito hace más de dos décadas que iba a ser publicado por Clío para acompañar el lanzamiento de una telenovela histórica sobre el emperador y su esposa Carlota que, finalmente fue cancelada, por lo que el escrito se fue a un cajón. Ahora, debido al sesquicentenario de la ejecución del “austriaco” como le llamaba Benito Juárez, sale oportunamente para nuestro disfrute.





         No es una biografía profunda y novedosa como la ya tradicional de Egon Caesar Conte Corti (FCE, 2003, como edición reciente, aunque fuera publicada en 1924), alabada por Alfonso Reyes, sino que resulta un prontuario adecuado para nuestros tiempos cuando se quiere saber mucho y aprenderlo en poco tiempo. Cada capítulo corto nos lleva a los antecedentes, niñez, juventud, amores, matrimonio, entronización, mandato y muerte del personaje. Nos enteramos de sus fuerzas y debilidades, además de la relación con su ambiciosa esposa. Sus grandes logros y buenas intenciones para sus súbditos mexicanos. Un ser que adaptó su tradición aristocrática al medio mexicano donde no se acostumbraba esta forma de vida.





         El 19 de junio de 1867, recluido en el Convento de los Capuchinos en Querétaro junto con sus oficiales Miramón y Mejía, despertó para exclamar con fortaleza: ¡Qué hermoso día! Siempre quise morir en un día como éste, antes de ir a escuchar misa, desayunar y luego dirigirse al Cerro de las Campanas donde fue fusilado. A cada soldado le regaló una pieza de oro, les pidió que apuntaran al pecho para que su madre pudiera reconocerlo al ver su cuerpo, cedió su lugar a Miramón. Con esta muerte terminaba un imperio iniciado el 28 de mayo de 1864. La historia ha juzgado a Maximiliano por su calidad de “traidor”, cuando en realidad aceptó un trono ofrecido por conservadores mexicanos: algo común en Europa donde las monarquías se adquirían por matrimonio, ascendencia o relaciones internacionales. Su papel en la historia fue negativo desde la oficialidad. Ahora que se cumplen los 150 años de su muerte se torna en personaje para explorar.


Brian Aherne y Bette Davis en la popular
cinta de William Dieterle (1939)



         Rubio, de ojo azul, con facciones finas, Maximiliano ha sido interpretado en cine por varios actores en diversas películas. El más notorio, internacional, está con Brian Aherne en la cinta Juárez (William Dieterle, 1939) con una Bette Davis trigueña como Carlota. Aquí, en México, Enrique Herrera lo interpretó en Juárez y Maximiliano (Miguel Contreras Torres, 1933) para luego pasar por otros actores (por ejemplo, Paco Morayta en la cinta de Cazals, Aquellos años, en 1972), y hasta en la pionera de las telenovelas históricas con la producción del entonces Telesistema Mexicano (escrita por Guadalupe Dueñas, una de las grandes escritoras nacionales, de la cual acaban de publicar sus obras completas en el Fondo de Cultura Económica), donde Guillermo Murray dio vida al triste emperador Carlota y Maximiliano (Ernesto Alonso, 1965). Enigmático, ambicioso o manipulado, no puede negársele de manera absoluta. Toda una figura.


Guillermo Murray y María Rivas en la polémica
telenovela histórica que hizo que el presidente
Díaz Ordaz le llamara la atención a los productores
por no tratar "verazmente" a Juárez.

domingo, 14 de mayo de 2017

PELÍCULAS EN SU VIDA


EL CINE QUE VIO JUAN RULFO


Juan Rulfo joven, por esos años cuarenta



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         En las apasionadas Cartas a Clara (Editorial RM-Fundación Juan Rulfo, 2012) que el maestro Rulfo escribió entre 1944 y 1950 (con una última, cortita en 1958) a su amiga, luego novia y finalmente esposa Clara Aparicio, se mencionan cuatro títulos de películas. Puede pensarse que era una de las fuertes aficiones de ambos en esos años cuando el cine reinaba por el mundo entero. Las cintas mencionadas fueron éxitos de taquilla, de esos que toda persona curiosa asiste a ver y, casualmente, son todas extraordinarias: buen gusto que mostró el maestro Rulfo.



1-

         En la carta IX, fechada el 20 de agosto de 1946, Juan Rulfo escribe Te recomiendo que veas una película que se llama “La escalera de caracol”; allí sales tú dando unos gritos muy fuertes”.





La película fue una producción RKO Radio Pictures - David O. Selznick, dirigida por Robert Siodmak, un realizador alemán radicado en Hollywood, que había escapado de la amenaza nazi en Europa. Había adquirido fama en 1944 con La dama fantasma que lo colocaría entre los mejores realizadores del cine negro (más adelante estaría, por ejemplo, Los asesinos, adaptación del cuento de Hemingway que propició el debut de Burt Lancaster). La escalera de caracol es una cinta de suspenso, donde una mucama muda es acechada por un asesino en serie cuyas víctimas son mujeres con “imperfecciones”. La acción sucede a principios del siglo XX y la atmósfera es cerrada y amenazante: una casona donde se sabe que se encuentra el asesino sin la seguridad de quién podrá serlo. El rol de la mucama silenciosa lo interpretó la bella Dorothy McGuire, y es de pensar en la ironía del maestro Rulfo al expresar “allí sales tú dando unos gritos muy fuertes” cuando la pobre mujer tenía, precisamente, ese impedimento.



2-

         En la carta XXIX, fechada el 21 de julio de 1947, Juan Rulfo destaca La película que fuiste a ver es muy bonita. Y también están a todo dar otras que se llaman “¡Qué bello es vivir!”, que quizá ya la hayas visto, y “Larga es la noche”.





         Siempre nos quedaremos con la incógnita de saber cuál fue la bonita película que Clara vio, pero las recomendaciones de Rulfo son exquisitas. “¡Qué bello es vivir!” (It’s a Wonderful Life, Frank Capra, 1946) fue producida por la propia compañía de Capra y aunque no fue el gran éxito inicial que el tiempo le brindaría, es la película que siempre se exhibe en la época navideña por los canales norteamericanos de televisión. Se narra la historia del idealista George Bailey (James Stewart) quien siempre pierde oportunidades en su vida por ayudar a los demás. Cuando llega el momento en que se hastía y desea no haber nacido, se le aparece un ángel que le muestra lo que hubiera sido todo sin él. La película es un mensaje de optimismo que alaba a la solidaridad humana.

         Larga es la noche (Odd Man Out, 1947, Carol Reed) es una cinta de suspenso psicológico con tema político que ocurre en la Irlanda de posguerra. Johnny (James Mason) comete un robo para apoyar al ERI pero todo sale mal. Mientras se esconde de la policía se va dando cuenta de los problemas de su idealismo, del sentido de la amistad, del amor verdadero. Fue la cinta que colocó al realizador Reed entre los directores famosos del mundo.



3-

         Finalmente, en la carta XXXI fechada el 4 de agosto de 1947 comenta Ayer fui al cine a ver “Siempre te he querido”, es una película con mucha música y muy bonita, pero muy larga. Salí a las 12 de la noche...”.





         Siempre te he querido (I’ve Always Loved You, 1946, Frank Borzage) viene a ser la cinta menos popular y conocida por un público general (curiosamente se exhibió alguna vez por el canal 12 cuando esta señal tenía un nivel de programación opuesto a la porquería cotidiana que ahora ofrece). Una hermosa historia del maestro que se enamora de su alumna y paradójicamente desea destruirla más que apoyarla por envidiar su talento. Producida por la Republic Pictures en Technicolor, tiene un reparto de nombres secundarios pero muy talentosos (Catherine McLeod y Philip Dorn). En el mundo de la música, la joven pianista Myra se enamora de su maestro, el implacable Goronoff. Al debutar con el Concierto 2 de Rachmaninoff, el conductor la boicotea en vez de apoyarla. Esto da lugar a un amor en altibajos, el paso del tiempo, la separación. Fue dirigida por un realizador surgido del cine silente y a quien debemos un cine crítico de la sociedad norteamericana de su tiempo. Una pequeña obra maestra, subestimada, donde la música ocupa un buen rato y de ahí la longitud mencionada. Una cinta que raras o nulas veces se menciona, aun por los especialistas en Borzage, aparece donde menos se le esperaba.



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         Un pequeño tributo indirecto por su centenario que se celebra este 16 de mayo a través del cine que fue otra manera de compartir el amor con su pareja. Juan Rulfo vive.