jueves, 23 de agosto de 2018

EL VERDADERO CRIMINAL


LA DESAPARICIÓN DE STEPHANIE MAILER
Novela de Joël Dicker
Editorial Alfaguara
1ª. Edición, México – julio de 2018.
650 pp. - $399



         Cuando está a punto de retirarse de su oficio el capitán de policía Jesse Rosenberg recibe la visita de la joven periodista Stephanie Mailer quien le expresa que veinte años atrás se equivocó en la investigación de los asesinatos de la librera Meghan Padalin, así como del Alcalde Gordon del pueblo de Orphea, en Los Hamptons, Nueva York, junto con su esposa e hijo pequeño. La subsecuente desaparición de Mailer hará que Rosenberg se dedique a reabrir el caso, al lado de su viejo colega Derek Scott y Anne, la subjefa policial de Orphea. Ambos crímenes darán lugar a una narración espléndida, plena de personajes con sus respectivas circunstancias, que irán cerrando pistas, descubriendo viejos secretos, pero sobre todo mostrar el ya usual juego de perversiones ocultas en familias o personas cuyas apariencias engañan como la popular frase expresa.


            Joël Dicker, autor suizo que obtuvo gran éxito con una obra anterior (La verdad sobre el caso Harry Quebert, 2013) cuando apenas contaba con 27 años de edad, ahora retorna a la gran intriga utilizando nuevamente un escenario norteamericano porque ha sido el tradicional y adecuado escenario de la novela policiaca, tanto en ambiente como en el carácter de quienes se dedican a la resolución de crímenes. La esencia moral de buenos contra malos ya ha sufrido una revuelta con el paso del tiempo. Ante tanta oferta del género, el lector busca aquello que brinde sustancia y entretenimiento aunque todo se haya narrado ya, pero siempre los laberintos de las motivaciones del crimen serán atrayentes, permitirán reinicidir sobre la naturaleza humana, para satisfacer a quiénes andamos también, en la imaginación, desde este lado del libro, buscando al culpable al mismo tiempo que los detectives de la ficción.

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            Los asesinatos suceden durante la inauguración de un festival de teatro que, con los años, pondrá en el mapa a Orphea. La desaparición de la periodista, a pocas semanas de la apertura de la vigésima edición preocupa al alcalde actual ya que puede afectar al turismo. La unión de autoridades estatales y municipales será necesaria ante las complejidades que se presentarán. Todo esto atrapa al lector. Lo más destacable de Dicker es que introduce a muchos personajes, por lo que el menú de sospechosos es variado, pero elabora sobre cada uno de ellos. Pasa del presente al pasado y cada hecho permite que su construcción se vaya cimentando. La melancolía de Rosenberg tiene un motivo particular que, a su vez, se narra desde los orígenes. Como resultado, no es solamente el relato de crímenes y su continua resolución: son descansos para el lector, tan entretenidos, que no hacen que se pierda la intención primigenia. No se pierde la cadencia: se refuerza. Hay algunos casos que pueden pensarse inútiles hasta que resalta su inclusión como comentario lateral, moral.
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            Como en toda buena novela policiaca aparecen los giros inesperados. ¿Qué une a los crímenes de hace veinte años con la reciente desaparición de una joven investigadora? Dicker nos lleva de la mano por 650 páginas ofreciendo pistas y pistas para sorprender, sin dejar cabos sueltos, terminando con algunas ironías, destacando que aunque la justicia triunfe siempre habrá intersticios sin rellenar, puntos negros: lo que es nuestra realidad. Lo que sí hay que dejar claro es que la infame traducción deja mucho que desear: se nota el apresuramiento para que la novela fuera traducida rápidamente y apareciera en castellano (la edición en idioma original ocurrió en marzo y para julio ya estaba en España y México). Uno comprende la idea pero las palabras, en muchos casos, son inadecuadas y hasta ridículas. No afecta, de todos modos, la esencia de la larguísima y atrayente novela.


domingo, 10 de junio de 2018

BIOGRAFÍA NOVELADA...


MI PECADO
Javier Moro
Editorial Espasa
380 pags.



La atractiva portada de la novela y su autor


         Mi pecado es el nombre en español que lleva una legendaria fragancia de Lanvin: “My Sin” que fue creada en 1925. Este perfume es el que le regala, según esta biografía novelada, el actor Leslie Howard a su amada, la vedette (bailarina, cantante, actriz) española Conchita Montenegro como sello de su pasión prohibida (Howard fue un donjuán, casado, seductor). La novela inicia en 1943 cuando Conchita ha retornado a España y está a punto de terminar su carrera fílmica, debido a que desposará a un diplomático, Ricardo Giménez-Arnau, con el cual viajará hasta Chile. Howard llega a España porque la proyección privada de Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind, Fleming, 1939) ha conmovido al dictador Franco quien, por presiones de Alemania, no puede permitir su estreno. Howard utilizará esa admiración para cumplir con su misión, pero también servirá para reencontrarse con Conchita luego de haberse conocido en el Hollywood sonoro primitivo de 1930, cuando fueron compañeros de rodaje e iniciaron una apasionada relación que viene a ser el centro de la narración.


Conchita Montenegro

         Con saltos en el tiempo, Moro nos va narrando esta biografía novelada que utiliza datos duros y reales (las películas, los directores, los personajes alrededor de la protagonista) con hechos y diálogos que no se pueden aceptar como exactos sino productos de la imaginación: esencia de este particular género. Lo que más llama la atención de esta novela es la presencia de otros personajes que vivieron alrededor de Conchita Montenegro. Se habla de la época en que Hollywood filmaba versiones en otros idiomas de sus producciones ya que no estaba todavía perfeccionado el doblaje ni tampoco existían subtitulos (que de todas maneras eran inútiles para una América Latina mayoritariamente analfabeta). Por eso, la tiple Conchita llegó a Estados Unidos, para interpretar esos papeles, aunque su ambición la hizo aprender bien el inglés y no quedarse encasillada en roles exclusivos del cine hispano. Aparecen Catalina Bárcena, Gregorio Martínez Sierra, Mona Maris, Raoul Rulien (quien sería el primer marido de Conchita) o Enrique Jardiel Poncela, entre otros.

Leslie Howard

         Mi pecado ganó el Premio Primavera de Novela 2018 que entrega la editorial Espasa (ahora parte del inmenso consorcio de Planeta) y su éxito devendrá de narrar una historia romántica en tiempos ya idos, prácticamente desconocidos para las nuevas generaciones, además de recuperar la persona de Conchita Montenegro (1911 - 2007), sus afanes, sus romances y la buena fortuna hasta su decadencia que la hizo retornar a Europa para continuar filmando hasta su retiro. La atmósfera es bien recreada, lo mismo que el ambiente del franquismo dominado por los alemanes cuando ya se imaginaba una inminente derrota. Escrita en 77 capítulos cortos y un epílogo, la novela se puede leer con gusto e intermitentemente. Al finalizar, Moro pone al día lo que sucedió con los personajes mencionados. Todo este rescate se agradece.