jueves, 10 de marzo de 2016

LA MIRADA FALSA


LA CHICA DEL TREN
(The Girl on the Train)
de Paula Hawkins
Riverhead Books – 323 pp
$298

La edición de Planeta México
Traducción de Aleix Montoto
493 páginas –  $278 – junio 2015

 

            Rachel toma el tren todas las mañanas para dirigirse desde el suburbio donde reside hasta Londres. En el trayecto, durante una parada del vehículo, puede mirar hacia la terraza de la casa donde vive una pareja a las cuales ha nombrado Jess y Jason. Los imagina felices, con una vida romántica. Todo va bien hasta que cierto día se da cuenta que Jess está con otro hombre que la besa. Luego, para destruir por completo su fantasía, se entera que la mujer ha desaparecido. Además, casualmente, cerca de esa idílica casa vive su ex marido con su nueva esposa y su bebé, al cual Rachel acosa frecuentemente por teléfono o vía e-mail. También debe aclararse que Rachel es alcohólica, ha perdido su trabajo, pero cada día finge ir al mismo para no darle explicaciones a su casera Cathy.  A partir de la ausencia de Jess, quien realmente se llama Megan, comienza una serie de intrigas y confusiones para la protagonista principal. Se revelarán secretos y se confirmará que las apariencias engañan. Ninguno de los personajes serán perfectos (como se pensaba y sucede en la realidad).

 
Pueden conseguirse tanto la edición en inglés
como la traducción al español


            Narrada a través de tres puntos de vista femeninos: Rachel, Megan y Anna (la nueva esposa de Tom, el ex marido de Rachel), la novela está estructurada a partir de sus puntos de vista, en tiempos fragmentados y revueltos: el pasado de Megan se alterna con el presente de Rachel, por ejemplo. Este truco permite que el lector deba atar cabos para ir ensamblando los hechos. Es una trama psicológica, dentro de la tradición de la literatura negra (la desaparición de un personaje, las limitaciones del otro, las verdaderas naturalezas humanas) que parte de la mirada hacia los otros, de las fantasías que se van tejiendo por actitudes e idealizaciones, para terminar en lo que Hitchcock plasmó magistralmente en la pantalla (La ventana indiscreta, 1954) cuando la verdad salta de repente para matar de golpe todas las ensoñaciones.

 
Paula Hawkins, gran éxito con su primera novela


            La novela mantiene el interés del lector que va siendo atrapado por la tensión narrativa. Al irse conociendo paulatinamente las circunstancias de cada personaje (el alcoholismo, la mentira sobre el empleo perdido, las realidades de una pareja extraña, los sucesos cotidianos y confusos de la protagonista principal) el interés y la curiosidad crecen. Estamos ante el bestseller perfecto donde los elementos se entremezclan sobre las acciones que parten de la anécdota básica y no va a profundizar sobre personajes ni antecedentes. Es la novela sucesora de Perdida (Gone Girl, Gillian Flynn), ejemplo de lo que en su tiempo fueron Harold Robbins o Irving Wallace o Sidney Sheldon para nuestras incursiones en la literatura excitante y facilona de la juventud, o en el nivel nacional, el ahora revalorado Luis Spota de los inicios (La estrella vacía, Casi el paraíso). Y como sucede con estas novelas de suspenso y confesiones finales, no puede contarse la trama sin echarle a perder el placer de la lectura a los posibles interesados que al terminarla podrán desecharla y pasar a otra (mientras llega la película donde parece que la maravillosa Emily Blunt interpretará a Rachel).

 

 

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