LA
HISTORIA NEGRA DEL CINE MEXICANO
2016.
Dir. Andrés García Franco.
El realizador de este documental
estudió cine en el CUEC y un día, luego de escuchar a su maestro José Felipe
Coria, cayó en la cuenta de que un cineasta del cual hablaba, Miguel Contreras
Torres, era su tío abuelo. Lo referenciaba con su libro, edición de autor, El
libro negro del cine mexicano, donde Contreras denunciaba el monopolio de
las salas de cine por la Compañía Operadora de Teatros, manejada por un
norteamericano llamado William Jenkins, junto con sus socios Manuel Espinosa
Yglesias y Gabriel Alarcón, de la cual dependía el 80% de las salas del país.
Como exhibidores, tenían en sus manos a los productores ya que debían atenerse
a sus condiciones.
A partir de este hecho inicial, el
documental mezcla metaficciones (la recreación de algunos momentos históricos),
fragmentos de películas B norteamericanas y en dominio público para ilustrar
otros, escenas de algunas películas de Contreras Torres, además de fragmentos
de la vida real donde aparece su familia, el propio realizador y su esposa, la
actriz austriaca Medea de Novara, a la cual adoraba e inmortalizó en diversas películas. Hay largas secuencias que muestran a esas salas de
antaño tanto en esplendor como en su decadente desaparición o metamorfosis. El
realizador García Franco quiere ilustrar con ejemplos lo que se denunciaba en
el libro de su tío abuelo para luego realizar un parangón con la situación
actual que es, esencialmente, duopolista (Cinemex y Cinépolis), demostrando, de
tal manera, que la vida es cíclica. En su momento, las condiciones
sociopolíticas permitieron esa concentración de poder en pocas manos y su
denuncia dio lugar a que el estado expropiara las cadenas para que, con el
tiempo, se llegara a algo semejante, adaptado a nuestro tiempo.
Miguel Contreras Torres y Medea de Novara
Miguel y Medea en "Tribu" (1934)
Medea de Novara como la emperatriz Carlota
en "Juárez y Maximiliano"
Las salas de entonces eran verdaderos
palacios. Construcciones de esplendor con miles de butacas en algunas de ellas
y adornos arquitectónicos envidiables. Esos salones se tornarían
estacionamientos al derrumbarlos o templos protestantes o, en algunos casos,
muy pocos, centros culturales o, como en Monterrey, terrenos de la Macroplaza.
En las grandes ciudades, su número se multiplicaba contra lo que ocurría en
pueblos o estados menos desarrollados, pero nunca faltaba la sala de cine: era
el entretenimiento popular, fábrica de sueños. La cinta sugiere que se llegó al
asesinato con tal de la apropiación de un cine cuyo propietario no deseaba
vender. Este es el punto más destacable de lo que pudo surgir de un libro que
era legendario y fue polémico en su momento (1960). Al menos, se pudo colocar
una alerta y luego vendría la expropiación.
No obstante, el resultado es muy
irregular ya que el director no se decide entre a) homenajear la carrera del
tío abuelo, por lo que se exhiben fragmentos de algunas de sus muchas películas
y, entre ellas, destacan El león de Sierra Morena (1927), momentos del
corto Zitarí (1931), donde aparece Medea de Novara, los únicos
fotogramas de El águila y el nopal (1930) que, aparentemente fue un
esfuerzo sonoro. Otras cintas poco exhibidas como Simón Bolívar (1941), Juárez
y Maximiliano (1933), las secuencias de No te engañes corazón (1936)
donde aparece Cantinflas en su debut fílmico, o la que es su cinta más
emblemática y representativa La vida inútil de Pito Pérez (1943) con
Manuel Medel. O b) mostrar la biografía del tío abuelo junto con momentos de película
casera donde rinde pleitesía a su propia familia (algo que no se puede juzgar
negativamente si se tuviera gran definición). O c) denunciar la realidad actual
donde los cineastas viven las mismas circunstancias que expusiera su abuelo en
el pasado. O d) hablar de cómo las salas de exhibición que fueron fruto de
luchas y muertes, fuentes de enriquecimiento para monopolistas y de corrupción
y decadencia sindical para los exhibidores estatales, fueron y ya no son.
Lo que no puede negarse es que el documental
resulta entretenido y viene a ser importante para quienes desconozcan esta
parte de la historia del cine mexicano, al cineasta homenajeado, o a todos
aquellos creadores fílmicos de los cuales nunca se lograran ver sus películas
proyectadas en una pantalla grande frente a su posible público.
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