viernes, 22 de mayo de 2020

MUCHAS HISTORIAS


LA HISTORIA NEGRA DEL CINE MEXICANO
2016. Dir. Andrés García Franco.


         El realizador de este documental estudió cine en el CUEC y un día, luego de escuchar a su maestro José Felipe Coria, cayó en la cuenta de que un cineasta del cual hablaba, Miguel Contreras Torres, era su tío abuelo. Lo referenciaba con su libro, edición de autor, El libro negro del cine mexicano, donde Contreras denunciaba el monopolio de las salas de cine por la Compañía Operadora de Teatros, manejada por un norteamericano llamado William Jenkins, junto con sus socios Manuel Espinosa Yglesias y Gabriel Alarcón, de la cual dependía el 80% de las salas del país. Como exhibidores, tenían en sus manos a los productores ya que debían atenerse a sus condiciones.
Miguel Contreras Torres, actor, productor y director
(1899 - 1981)
         A partir de este hecho inicial, el documental mezcla metaficciones (la recreación de algunos momentos históricos), fragmentos de películas B norteamericanas y en dominio público para ilustrar otros, escenas de algunas películas de Contreras Torres, además de fragmentos de la vida real donde aparece su familia, el propio realizador y su esposa, la actriz austriaca Medea de Novara, a la cual adoraba e inmortalizó en diversas películas. Hay largas secuencias que muestran a esas salas de antaño tanto en esplendor como en su decadente desaparición o metamorfosis. El realizador García Franco quiere ilustrar con ejemplos lo que se denunciaba en el libro de su tío abuelo para luego realizar un parangón con la situación actual que es, esencialmente, duopolista (Cinemex y Cinépolis), demostrando, de tal manera, que la vida es cíclica. En su momento, las condiciones sociopolíticas permitieron esa concentración de poder en pocas manos y su denuncia dio lugar a que el estado expropiara las cadenas para que, con el tiempo, se llegara a algo semejante, adaptado a nuestro tiempo.
Miguel Contreras Torres y Medea de Novara
Miguel y Medea en "Tribu" (1934)
Medea de Novara como la emperatriz Carlota
en "Juárez y Maximiliano"
         Las salas de entonces eran verdaderos palacios. Construcciones de esplendor con miles de butacas en algunas de ellas y adornos arquitectónicos envidiables. Esos salones se tornarían estacionamientos al derrumbarlos o templos protestantes o, en algunos casos, muy pocos, centros culturales o, como en Monterrey, terrenos de la Macroplaza. En las grandes ciudades, su número se multiplicaba contra lo que ocurría en pueblos o estados menos desarrollados, pero nunca faltaba la sala de cine: era el entretenimiento popular, fábrica de sueños. La cinta sugiere que se llegó al asesinato con tal de la apropiación de un cine cuyo propietario no deseaba vender. Este es el punto más destacable de lo que pudo surgir de un libro que era legendario y fue polémico en su momento (1960). Al menos, se pudo colocar una alerta y luego vendría la expropiación.
"El león de Sierra Morena" (1927)
Cantinflas en "No te engañes corazón" (1936)
         No obstante, el resultado es muy irregular ya que el director no se decide entre a) homenajear la carrera del tío abuelo, por lo que se exhiben fragmentos de algunas de sus muchas películas y, entre ellas, destacan El león de Sierra Morena (1927), momentos del corto Zitarí (1931), donde aparece Medea de Novara, los únicos fotogramas de El águila y el nopal (1930) que, aparentemente fue un esfuerzo sonoro. Otras cintas poco exhibidas como Simón Bolívar (1941), Juárez y Maximiliano (1933), las secuencias de No te engañes corazón (1936) donde aparece Cantinflas en su debut fílmico, o la que es su cinta más emblemática y representativa La vida inútil de Pito Pérez (1943) con Manuel Medel. O b) mostrar la biografía del tío abuelo junto con momentos de película casera donde rinde pleitesía a su propia familia (algo que no se puede juzgar negativamente si se tuviera gran definición). O c) denunciar la realidad actual donde los cineastas viven las mismas circunstancias que expusiera su abuelo en el pasado. O d) hablar de cómo las salas de exhibición que fueron fruto de luchas y muertes, fuentes de enriquecimiento para monopolistas y de corrupción y decadencia sindical para los exhibidores estatales, fueron y ya no son.
Julián Soler como Simón Bolívar
Escena final de "La vida inútil de Pito Pérez" (1943)
         Lo que no puede negarse es que el documental resulta entretenido y viene a ser importante para quienes desconozcan esta parte de la historia del cine mexicano, al cineasta homenajeado, o a todos aquellos creadores fílmicos de los cuales nunca se lograran ver sus películas proyectadas en una pantalla grande frente a su posible público. 
Andrés García Franco



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