NATALIE WOOD: AQUELLO QUE PERSISTE
(Natalie Wood: What Remains Behind)
2020. Dir. Laurent Bozereau.
En 1961, Natalie Wood participó en Esplendor en la hierba (Splendor in the Grass), una de las obras maestras de Elia Kazan acerca del deseo y la represión sexual que da camino a la casi locura. Deanie, una joven en un pueblo del centro del Estados Unidos, es cortejada por el joven popular y rico de la secundaria. No obstante, a pesar de escarceos eróticos donde estan siempre a punto de la consumación sexual, deben detenerse: hay prejuicios sociales (la diferencia de posición, la riqueza) y morales (la decencia, las reglas éticas, el buen comportamiento de las muchachas). En la lectura de un poema de Wordworth, que habla del esplendor de la hierba como metáfora de los años de juventud, Deanie sufre un quiebre emocional. Uno de los versos expresa (la traducción es muy libre): “nos recordaremos y fortaleza hallaremos en lo que de ellos nos quede después…”.
La última frase en inglés es “What remains behind” que forma parte del título de este documental. En español da la idea de que veremos todo aquello que hace que Natalie persista en la memoria de quienes fuimos sus admiradores. Pienso que sería más correcto expresar “lo que quedó después…” considerando que se está hablando de hechos que sucedieron alrededor de su carrera como mujer privada, madre de familia, esposa, dama de negocios y, finalmente, el escándalo suscitado por su infausta e inexplicable muerte. De hecho, el documental tiene como uno de sus objetivos, exonerar de toda culpa a Robert Wagner, su viudo, quien fue objeto de sospechas luego del fallecimiento de Wood, al grado que en 2011, treinta años más tarde del hecho, volvió a reabrirse el caso. Al establecer “lo que persiste” se habla de una memoria que ya no es colectiva para las nuevas generaciones: ¿quién es Natalie Wood para los actuales admiradores de Dua Lipa, The Weeknd o Brie Larson y Emily Blunt?
Natasha Gregson Wagner
Robert Wagner entre su hijastra Natasha
y su hija Courtney
Producido por Natasha Gregson Wagner,
hija de Natalie Wood y su segundo marido, el productor británico Richard
Gregson, el documental se conforma por mucho material visual que muestra a
Natalie desde niña hasta sus últimos momentos (sobre todo imágenes de su vida
en familia), fragmentos de sus películas más significativas, aparte de
entrevistas con Robert Wagner, el recientemente fallecido Gregson, las hijas de
Wood, entre otras personalidades y amistades de la actriz. Además, hay un interesante relato autobiográfico en voz de la misma Natalie sobre un artículo que nunca se publicó en la revista Ladies Home Journal. Resulta ser un retrato de
familia que nos lleva al interior de la familia de Wood, sin dejar de mencionar
sus antecedentes.
Natalie a los 8 años
A los 13 años con Bette Davis
Con el inmortal James Dean
en Rebelde sin causa, a los 16 años
Más corazón que odio, una de las
obras maestras de John Ford
Hija de emigrantes rusos, Natalie tuvo
a una ambiciosa madre que la animó a presentarse en una audición desde niña, y
desde esa corta edad, cuatro años, Natalie fue creciendo tanto en la vida real
como en la pantalla: De ilusión también se vive (Miracle on 34th Street, George Seaton, 1947), como la niña indiferente que termina creyendo en Santa Claus,
o la preadolescente hija de una estrella de cine ya acabada en Lágrimas
amargas (The Star, Stuart Heisler, 1952) y reencontrarla como toda una
jovencita bella y talentosa de dieciséis años, cuyo afecto hacia su padre
provoca que éste la rechace para que ella se rebele, en la icónica, Rebelde
sin causa (Rebel Without a Cause, Nicholas Ray, 1955), o la jovencita secuestrada por los comanches para tornarse en obsesión del exsoldado Ethan para ser rescatada más de diez años después ya integrada a su nueva raza en Más corazón que odio (The Searchers, John Ford, 1956) para que a partir de
ahí, Natalie Wood se tornara simbólica dentro del sistema estelar del Hollywood
de finales de los años cincuenta hasta toda la década siguiente, con una serie
espectacular de grandes películas (Amor sin barreras, Gypsy, Desliz
de una noche, Intimidades de una adolescente, Una mujer sin
horizonte). Apareció en 52 largometrajes (un par de ellos para la televisión).
Su primer matrimonio fue con Wagner,
del cual se divorció y volvió a unirse
años después...
Su segundo marido, el productor
Richard Gregson, padre de Natasha
Y el documental explica los motivos de
que se ausentara por años de la pantalla, para retornar periódicamente, mostrar
otra faceta de su madurez, según seguían pasando los años. Es la gran cualidad
de un documental filmado desde la cercanía amorosa de sus hijas por lo que se
destacan sus vivencias, así como la calidez de Wood como madre y esposa. Dedica
un espacio largo a los tiempos de su muerte para aclarar los hechos y al tener
entrevistas de primera mano, logra captar al espectador ávido de penetrar en
las partes oscuras del entretenimiento. No obstante, el resultado final es la
exaltación de una gran figura. Las nuevas generaciones pueden introducirse a la
creación, éxito y declinación de un hermoso mito.
Natalie fue astuta en sus negociaciones
y se adelantó en sus exigencias como mujer
Uno puede concluir que el objetivo de
Natasha Gregson, como productora de este documental, fue ofrecer una imagen
límpida de su madre y de su padrastro Wagner, contra otros documentales,
reportajes y hasta publicaciones. En una exhaustiva biografía de Natalie Wood
escrita por Suzanne Finstad (Natasha: The Biography of Natalie Wood, Harmony-Random
House, 2001), donde entrevistó a más de 400 personas pero sin tener acceso
a Wagner o sus hijas, se propone la imagen de una jovencita que fue promiscua
(entre sus amantes estuvo Nicholas Ray, el director de Rebelde sin causa,
algo que este documental no niega y sugiere), sufrió una violación por parte de
un actor-productor nunca mencionado (del cual años más tarde, se rumoró que
sería Kirk Douglas), rompió su relación con Robert Wagner al encontrarlo con
otro hombre, pero siempre destacando su tenacidad. Así que, como en todos los
casos, siempre se presentará solamente una cara de la moneda.
La controvertida pero muy documentada
biografía de la Finstad que se recomienda
a los fanáticos de esta actriz
Sin importar cuál fue su verdad íntima,
la ventaja de todas las estrellas de cine es que persisten jóvenes, con
toda su belleza, impresas en los fotogramas de sus películas, lo que al final
de cuentas es lo más importante porque siempre será lo que quede después
de la vida y de la muerte…
Natalie Wood (1938 - 1981)
Una belleza sin lugar a dudas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario