ENOLA
HOLMES
(2020.
Dir. Harry Bradbeer)
Este reciente estreno de Netflix juega
nuevamente con un personaje literario que, a su vez, fue explotado por la
escritora Nancy Springer, inventando una hermana menor a Sherlock y Mycroft
Holmes. Estamos en 1900 cuando Enola (Millie Bobby Brown) acaba de cumplir 16
años. Dirigiéndose directamos a los espectadores, nos cuenta sus antecedentes
sobre cómo fue educada en casa por una madre autosuficiente. Todo iba de
maravilla hasta que cierto día la mujer desapareció. Volvieron a casa Sherlock
(Henry Cavill) y Mycroft (Sam Claflin) quien era su tutor. La decisión de este
último para internarla en una escuela de señoritas hace que Enola escape de
casa para ir en busca de su madre (quien le había dejado dinero y varias pistas
para que las descifrara). Se disfraza de jovencito y en el camino, se encuentra
con Tewkesbury (Louis Partridge), un joven marqués quien también anda escapando
por desavenencias con su familia. Enola le ayudará en el camino a Londres,
donde se separarán para que cada uno busque su destino.
La película nos trae otra versión
amable de las películas de aventuras con toda la truculencia narrativa para que
se desarrollen los hechos que llevarán, obviamente, a un final feliz. Enola
viene a ser más inteligente que Sherlock en cuanto a la resolución de pistas y
a la interrelación de situaciones aisladas. Se nota que la trama fue pensada
minuciosamente para alimentar el suspenso y dar continuidad a los hechos. A
pesar de que es entretenida y su reparto muy atractivo, termina sintiéndose artificiosa:
será que ya se ha dado tantas vueltas y giros a las tramas policiacas que, bajo
el pretexto de que es una película, se abusa de la libertad que posee el cine.
Podrá decirse que es cine para jóvenes
Por otro lado, para estar acorde con los tiempos,
se centra en los personajes femeninos, a los cuales muestra “empoderados” y
decisivos: la base de la intriga está situada en la extensión del voto,
aunque nunca se define abiertamente para qué. Y, además, están las consabidas y
absurdas reglas de diversidad (que los Óscares han avalado) en cuanto a la
obligación de tener repartos multirraciales en roles de tramas cuyas épocas históricas
no permitirían en la realidad. Bueno, tal vez sea por otro tipo de extensión:
la libertad creativa del cine…
Henry Cavill como un Sherlock disminuido por su hermana
No hay comentarios:
Publicar un comentario