miércoles, 1 de septiembre de 2021

BELLEZA ES DESTINO

EL CHICO MÁS BELLO DEL MUNDO
(The Most Beautiful Boy in the World)
2021. Dirs. Kristina Lindström y Kristian Petri.

         En 1970, Luchino Visconti viajó por varias ciudades europeas buscando al jovencito que pudiera interpretar a Tadzio en su tanto tiempo anhelada producción de Muerte en Venecia sobre la novela de Thomas Mann, acerca de la belleza que obsesiona y destruye por su esplendor y lejanía. En Suecia, Björn Andrésen fue el quinto muchacho que entrevistó. Se nota tímido y cohibido en esas pruebas, sobre todo cuando le piden que se quite la ropa, para tomarle fotos, pero dejando muy satisfecho al realizador y, de esta manera, comenzar en el mundo del espectáculo. En este documental, Bjorn Andrésen aparece más allá de la sesentena, con cabellos largos, un cuerpo demasiado delgado, arrugas y barba, y a pesar de todo, su belleza sigue destacando: no tanto el anciano más bello del mundo, pero un viejo con hermosura muy particular.

         La cinta empieza con estas pruebas fílmicas para pasar al presente con Andrésen viviendo en un departamento sucio y descuidado, repleto de basura, ropa por todas partes, una cocina plena de cacharros. Su novia, Jessica Vennberg, le ayuda a limpiar porque hay una amenaza  para desalojarlo por queja de sus vecinos. Estando todo en orden, el pasado empieza a aparecer por relato del propio Bjorn, de fotografías, películas caseras, además de los viajes que realiza hacia ciertos lugares que le fueron significativos. De esta manera, el espectador acude a una confesión personal de lo que, en algún momento del documental, alguien menciona como “destino”, al referirse a la suerte de algunos actores.

         Está el eje familiar: una madre que les abandonó para luego aparecer muerta en el bosque. Una abuela demasiado egocéntrica y ansiosa de fama que lo alentó a asistir a las pruebas fílmicas de Visconti (la mujer aparecería como extra en la película). Aparte hay una hermana con la cual compartió su niñez y adolescencia, al ser hijos de diversos padres, sin que estos permanecieran con ellos. Luego, surge una hija, Robine, que permite adentrarse en su rol paterno, aunque con tintes y resultados trágicos y de alejamiento. Y hay otros ángulos dentro de su historia familiar.

         Está el eje profesional: Björn firmó un contrato con Visconti que lo ató por un tiempo, pero el estreno de la película, sobre todo en el Festival de Cannes, le dio popularidad y presencia mundial. En Japón filmó comerciales y hasta le produjeron un disco en el que cantaba fonéticamente el japonés. Fue la inspiración de los bushonen animes donde el personaje principal era andrógino (una mujer vestida de hombre para sus aventuras, que tenía romance con otro hombre). Andrésen, con todo, no dejó de tener ofertas fílmicas y ha tenido una carrera constante, aunque el documental no profundiza al respecto. Se muestra la secuencia de la cinta Midsommar  (Ari Aster, 2019) donde aparece episódicamente como el hombre que se lanza al vacío como autosacrificio.

         Y sobre todo, está su retrato personal: un hombre que cae en depresión, que desea no haber tenido una abuela ambiciosa, que siente que su vida ha sido desperdiciada en algunos aspectos, aunque está muy consciente de las pérdidas que ha sufrido. Al espectador se le dejan varias cuestiones a la imaginación: no se habla de abuso, sí se habla de alcoholismo, no se explaya en el tiempo que vivió en París donde un hombre le mantenía en departamento, con una mensualidad de 500 francos. Y no queda más que pensar que fue un jovencito que, de pronto, por su belleza, se encontró dentro de la fama y la pudo compartir bajo ciertos costos.

A lo largo del documental se muestra a Andrésen en diversas edades: del jovencito de 15 años, a los 18 en Japón, y como joven padre de treinta años, además de una entrevista cuando había llegado a la cincuentena. En todas las épocas, es impactante que su belleza permaneciera acorde con ellas: esos rasgos perfectos que enamoraron a Visconti. Una vida trágica en ciertos aspectos, adecuada a su momento en otros, para demostrar que la belleza es cruel y hasta destruye, pero que este mundo no podría subsistir sin ella y sus manifestaciones, como ocurrió con el chico más bello del mundo.

Visconti durante el rodaje de "Muerte en Venecia"



1 comentario:

  1. Triste historia de uno de los jóvenes actores más adorados del mundo, consumido por ese monstruo voraz que es la fama y el mundo del entretenimiento, del cual pocos salen ilesos. Gracias por la recomendación y por el blog con las magníficas fotos. Abrazos, Roberto.

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