HALLOWEEN
1978. Dir. John Carpenter.
Quince años después de haber asesinado a su hermana y estar recluido en un sanatorio para enfermos mentales, Michael Myers regresa a su pueblo, la misma noche de Halloween, para reiniciar su saga criminal. La joven Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) será uno de sus principales objetivos. Michael Myers, personaje que en esta primera película no tendrá una identidad definida, vendrá a ser el símbolo de la maldad corporizada, pero también imagen de represión sexual, verdugo de jovencitos recién despiertos a la carnalidad, aparte de ser ubicuo e impenetrable, omnipresente e indestructible. Será cuchillo flamígero y sociópata implacable: sin palabras, con una máscara que oculta el verdadero rostro pero que deja entrever una mirada terrorífica, tanto como la extraordinaria atmósfera lograda con esta película que vino a impulsar una nueva cara del género, acorde con la época que se estaba viviendo: abrió camino a Jason Vorhees en su saga de Viernes 13 y más adelante al vengativo y desfigurado Freddy Krueger en la serie de Pesadillas en la calle del infierno, para que se tornaran en íconos de los años ochenta. Halloween, obra maestra del terror fílmico, fue la precursora.
John Carpenter, el director, entonces con 30 años, ya había filmado dos películas previamente, sin éxito espectacular. Se reunió con dos productores (uno norteamericano, otro sirio) que le dieron libertad creativa, pero exigían una cinta sobre niñeras aterrorizadas (que de hecho es lo que hace Laurie en esa noche). Carpenter, junto con su productora Debra Hill, escribió el guion, además de la música que se tornó emblemática de la serie, y decidió que el personaje del asesino fuera una fuerza sobrenatural, cuya máscara serviría para evitar que se le reconociera como ser humano. La cinta costó en ese tiempo 300,000 dólares y recaudó más de 70 millones en el mundo entero. Con los años, esa ganancia se ha magnificado en demasía. Por supuesto que este éxito fue lo que propició las tantas secuelas y otros relanzamientos. John Carpenter no volvió a dirigir ninguna de ellas, pero produjo la que se llamó Halloween III, que no tiene nada que ver con Michael Myers y fracasó en taquilla. Por fortuna, Carpenter continuó con una carrera esplendorosa donde pueden destacarse Escape de Nueva York (1981), La cosa del otro mundo (1982) o Están vivos (1987), por mencionar unos cuantos títulos.
Halloween marcó el debut estelar (en cine, ya había aparecido en unitarios de televisión) de Jamie Lee Curtis, quien aparecería en la primera secuela, y retornaría hasta 20 años más tarde, para irse reincorporando paulatinamente a lo que ahora es franquicia. No obstante, la lanzó a la fama, e inició una carrera muy distinguida y selectiva (Los enredos de Wanda o Mentiras verdaderas). El británico Donald Pleasance, interpreta al Dr. Loomis, quien es el que mejor conoce la naturaleza maligna de Michael. Todavía apareció en las secuelas 5 y 6, antes de morir en 1995. Se le recuerda por muchos papeles importantes en cintas de Polanski (Punto muerto) o Litvak (La noche de los generales), entre una vastísima filmografía, aparte de haber sido Blofeld en la cinta de James Bond Sólo se vive dos veces.
Halloween
viene
a ser uno de los títulos claves del género de terror. La atmósfera está tan
bien cuidada y editada que el espectador se encuentra todo el tiempo con el
alma en vilo. Al hablarse de niñeras, debe de haber niños, que hace que todavía
la angustia se incremente ante pequeños seres indefensos e inocentes,
susceptibles a ser masacrados. Lo que fue más terrorífico para quienes la vimos
en su momento, en sala de cine, en pantalla grande, era esa amenaza constante,
que aparecía de repente, mortífera, sin piedad. Una curiosidad es que, al ser
noche de Halloween, los niños miran
películas de terror en la televisión y nos damos cuenta de que es El enigma
de otro mundo (1951, Dir. Christian Nyby/Howard Hawks) que resulta
profética: Carpenter filmaría una nueva relectura, brillante, escalofriante,
bajo el título La cosa del otro mundo, que lo colocaría como uno de los
más ingeniosos, inteligentes y creativos realizadores del cine norteamericano
de su tiempo. Halloween vino a ser su carta de presentación.
El director John Carpenter con la icónica Jamie Lee Curtis, durante la filmación de la cinta.
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