miércoles, 25 de marzo de 2020

LA PÉRDIDA DEL ESTATUS


HOGAR
2020. Dirs. Álex Pastor y David Pastor.
         Javier Muñoz (Javier Gutiérrez, espléndido) es un ejecutivo de publicidad que lleva un año sin empleo. Debido a la situación, deberá dejar el lujoso departamento donde vive, junto con su esposa Marga (Ruth Díaz) y su hijo Dani (Cristian Muñoz), para irse a vivir a un barrio popular. Ante la falta de trabajo, mantenido por su esposa, con mala relación hacia su hijo, Javier visita por las noches su viejo hogar y mira a los nuevos ocupantes: una pareja con una niña. Utiliza las llaves que todavía conserva para introducirse durante el día al departamento y esculcarlo. Así, se da cuenta de la agenda del esposo e inicia una persecución callada y perversa.
Javier Gutiérrez, extraordinario
         Una muy buena producción de Netflix, filmada en Barcelona, que muestra el retrato de la envidia y de los celos. Es también la imagen de un hombre calculador que ha visto pasar sus mejores años productivos y no puede resignarse a la pérdida de un estatus. La cinta nos va dirigiendo hacia sus intenciones que, como gran cualidad del guion, nos van siendo descubiertas minuciosamente. El tiempo pasa imperceptible pero todo va sucediendo con el correr de los días, los meses. La paciencia para ir consiguiendo sus fines y la creatividad que ahora se enfoca hacia la recuperación de un estilo de vida.


         El hombre mira y desprecia la aparente felicidad que se nota tras la ventana del departamento. Al hurgar en la computadora del nuevo inquilino va descubriendo secretos, vida pasada, esfuerzos de la vida presente, por lo que empieza a idear todo lo que vendrá. La rabia interna, la humillación que su propia existencia le ha proveído, puede estar en las patadas a su coche, la tortura indirecta a su hijo, o la sensación de que otro está viviendo la vida que le corresponde.
         Los hermanos Pastor se dieron a conocer por Portadores (2009) que tuvo exhibición por nuestras salas ya que era una coproducción norteamericana, acerca de una terrible epidemia. Posteriormente, Los últimos días (2013) continuó con el mismo tema aunque con una variante específica: ya no eran virus sino el espacio abierto: dentro y fuera de la persona estaba el mal circundante. Ahora, el mal se encuentra inserto en un ser humano despreciable del cual la única satisfacción es la material, alrededor del entorno de pareja: condiciones biunívocas. 
         Y la gran cualidad: Javier Gutiérrez, actor excelso, cuyo rostro y mirada son perfecto reflejo de todos los defectos humanos que puedan considerarse. Sus rasgos endurecidos, su baja estatura, su contención actoral. Es una personalidad hipnótica. Por Netflix lo pueden ver en otras de sus grandes interpretaciones: Durante la tormenta, Somos campeones o El autor.
Álex y David Pastor

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