LO VASTO DE LA NOCHE
(The Vast of Night)
2019. Dir. Andrew Patterson.
En esta deliciosa e inteligente cinta de ciencia ficción tenemos las referencias del programa de televisión Dimensión desconocida, de películas como Invasores de Marte (1953, Menzies) o Encuentros cercanos del tercer tipo (1977, Spielberg) como una revisión y resumen de cierta trama que siempre se encuentra alrededor del género: los ovnis y las leyendas de lo acaecido en Roswell, Nuevo México, además de recrear una época donde la paranoia sobre el espionaje soviético, el temor a la bomba atómica y la pertinencia de los pueblos pequeños con menos de 500 habitantes daban lugar a narrativas insólitas, basadas en rumores y noticias falsas.
La grabadora y la plática
sobre ciencia futura
La primitiva estación de radio
La película inicia en la pantalla de un
viejo televisor, de los que tenían el cinescopio desnudo sobre una base de
madera. Se anuncia el inicio de un programa con temas de misterio y ciencia
ficción que se llama Paradox Theatre cuya introducción recuerda a Rod
Serling en su mítica serie. Así comienza la narración de lo que pasa en el
ficticio pueblo de Cayuga, Nuevo México, en 1959. Es la noche del juego de
basquetbol en la secundaria que reúne a la mayoría de los locales ya que se
jugará contra otro pueblo rival. La adolescente Fay (Sierra McCormick) es la
encargada de la central telefónica en turno nocturno y se encuentra feliz
porque ha recibido su grabadora portátil de carrete. Se encuentra con su amigo,
el joven DJ Everett (Jake Horowitz), quien tiene un programa de 7 a 11 de la
noche donde transmite música de moda, así como pláticas con los radioescuchas,
y ahora la introduce en la importancia de las grabadoras como medio para
entrevistar. Ella, a su vez, le contará sobre las novedades científicas en la revista Modern Mechanics (alusión ineludible a Popular Mechanics) que habla de que para el año 2000 cada persona traerá su teléfono con una pantalla para ver al interlocutor. Cada uno, en sus cabinas respectivas, empezará a notar una
anomalía acústica que interferirá tanto en las líneas telefónicas como en las
transmisiones radiofónicas. De pronto habrá otras situaciones: una mujer que
pide ayuda porque hay algo redondo en el cielo, un ex militar que reconoce la
anomalía y platica sus experiencias cuando era soldado, o una anciana que
solicita a los jóvenes que la visiten para contarles su experiencia de años
atrás.
El sonido que interfiere
La llamada del ex militar
La película, de apenas 90 minutos,
filmada con un presupuesto bajísimo en Whitney, Texas, será narrada con muchas
sugerencias y, sobre todo, de una manera magistral que mezcla fundidos en
oscuro donde solamente se escuchan voces, traspaso de pantalla de televisión en
blanco y negro difuminado a la película en color, sonidos extraños, para que el
espectador se acerque a una trama muchas veces vista, pero que en este caso,
viene a demostrar lo que significa la búsqueda de formas diferentes, novedosas
(si no originales), realizadas con inventiva e ingenio. La producción utilizó
un “go-kart” para filmar sus “travellings” (hay una secuencia impactante que
conecta a los personajes recorriendo calles, entrando por edificios y saliendo
a su destino final, que deja con la boca abierta al espectador).
El inicio de un magistral
"travelling"
La anciana que narra
su experiencia
Y el discurso es rico en alusiones para
ilustrar una época. Aparte de lo mencionado al inicio de este escrito, se hace
notar que el soldado que habla por teléfono no había tenido credibilidad porque
era negro. Una de las pruebas de grabación que Everett le hace a Fay es que
diga al micrófono: “juro que no soy y nunca he sido comunista”, como se
obligaba a los testigos de la era macarthy, a contestar durante la cacería de
brujas. Otra referencia es que los hechos extraños ocurrieron desde antes del
lanzamiento del sputnik soviético, pero antes de que se pueda comprobar nada,
Everett explica a Fay que deben ser espías comunistas ya que es más fácil
entrar al país por el sur (es la frontera con México). El relato de la anciana
recurre a las desapariciones asumidas por secuestros extraterrestres y cuando
habla de su infancia, nos devuelve a que la realidad fílmica sucede a finales
de los años cincuenta, ya que habla de apaches en su pueblo.
Las inquietudes generales
Impecable y sencilla, absorbente e
interesante, la película nos seduce por la multitud de referencias y de datos
que van surgiendo a cada momento, además de las composiciones y soluciones
visuales que la resaltan. Ejemplar para los jóvenes cineastas por lo que propone
como vías simples e innovadoras para “hacer cine”.
Andrew Patterson, ópera prima
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