LA
VIDA Y MUERTE DE MARSHA P, JOHNSON
(The
Death and Life of Marsha P. Johnson)
2017.
Dir. David France.
A partir de la figura de Marsha P. Johnson,
mujer transgénero, quien fuera importante para el movimiento de liberación gay
en Nueva York ya que fue la pionera, en su identidad, para alzar la voz y empezar a
militar políticamente a partir del incidente de Stonewall, ocurrido en junio de 1969 (que marca una etapa
en esa ciudad para que las personas con diferentes orientaciones sexuales
comenzaran a manifestarse), este documental abre un panorama acerca de la injusticia,
el odio y la discriminación, en particular, hacia los seres trans, y
revisa lo que ha sucedido con el paso de los años. A través de la activista, Victoria Cruz, quien trabajaba en una asociación contra la violencia, se
da a conocer el caso de Marsha, se revisan los datos, se platica con personas que
la conocieron, con la intención de reabrirlo y solicitar una aclaración.
Marsha y Sylvia
en la marcha del orgullo
Es un punto de partida. Las
declaraciones y los fragmentos de vídeos de época, van estableciendo un
contexto del entonces, para contrastarlo con el ahora. Aunque se muestra poco
de Marsha, su pasado personal, el eje es su muerte nunca aclarada: fue
encontrada flotando en el río Hudson. La policía dictaminó suicidio y su cuerpo
fue incinerado. No obstante, siempre quedó la duda al aire, ya que Marsha era
una persona optimista y generosa, incapaz de quitarse una vida que disfrutaba y
de la cual estaba orgullosa. La cinta ofrece varias teorías: pudo haber sido la
mafia que regenteaba los bares gay como una forma de presión hacia el compañero
de Marsha, o un accidente que la hizo caer al agua y ahogarse, o un asesinato
previo que terminó con su cuerpo en el agua. El personaje de Cruz habla con
muchos testigos, revisa documentos, ve imágenes.
Sylvia Rivera (1951 - 2002)
Al hablar con estos testigos, cada uno
de ellos platica de sus propias experiencias para dar a conocer el ambiente en
el cual se movían. Uno de ellos es Sylvia Rivera, amiga y compañera de Marsha
durante Stonewall y muchas marchas posteriores, además de haber abierto, dentro
de sus posibilidades y solamente por un par de años, una casa para proteger a
otras mujeres trans. Rivera vino a ser el recuerdo vivo de Marsha por su
militancia, sufrió agravios y desagravios, vivió en la miseria hasta que su
misma comunidad la protegió en los años que le quedaron de su existencia. Paralelamente
se habla de un caso reciente sobre otra víctima de un hombre que se encuentra
en juicio por el asesinato de una mujer trans: se exige que se le condene como
a cualquier criminal pero finalmente se le dan diez años de prisión. Estas son
las evidencias y las bases de la protesta que la cinta deja como testimonio en
el documental.
Victoria Cruz
Uno siente que el título de la cinta es
correcto al hablar de “la muerte” pero se queda corto en “la vida”, ya que
nunca se habla del pasado ni de la carrera de Marsha: se le muestra como
activista en las marchas del orgullo gay, pero finalmente este desequilibrio lleva
a la reflexión del propósito general: aunque se ha avanzado mucho en los
derechos de las personas trans, bien se sabe que continua el desprecio y el
rechazo, así como el asesinato. La cinta se inscribe dentro del ámbito de los
Estados Unidos, aunque son notorios los retrasos y prejuicios que existen en
otros países. La exigencia de tolerancia y aceptación, así como que la justicia
sea para todos sin importar raza u orientación sexual es el propósito fundamental.
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