miércoles, 2 de junio de 2021

HUMOR CON IRONÍA

EL INFILTRADO DEL KKKLAN
(Blackkklansman)
2018. Dir. Spike Lee.

         En 1973, el policía Ron Stallwarth (John David Washington) se convirtió en el primer oficial negro dentro de la policía de Colorado Springs. Con todo y provocaciones, con desprecio de sus compañeros, fue ascendiendo poco a poco hasta que se integró al Departamento de Inteligencia. Al ver un anuncio donde se invitaba a participar en el Ku Klux Klan, llamó pidiendo información y se le respondió: se hizo pasar como blanco supremacista y para introducirse en la organización utilizó a su compañero blanco, y judío, Flip Zimmerman (el desagradable Adam Driver), mientras que él mismo fue el guardia asignado para cuidar la visita del jefe superior de dicha organización David Duke (Topher Grace).

         Gracias al apoyo del productor Jordan Peele, el director de la exitosa ¡Huye! (Get Out!, 2017), Spike Lee fue invitado a dirigir esta cinta considerando su importante carrera, siempre sugerente e incitadora hacia la reflexión sobre las diferencias raciales y los personajes significativos de su etnia. En este caso, se basó en un hecho de la vida real, la audaz intrusión en la antigua y criminal institución para ponerla al descubierto en sus métodos violentos y sus actos criminales. La cinta es una mezcla de humor con ironía, de discursos detestables con otras meditaciones sobre la situación del negro en una nación altamente segregada, apenas en la alborada de los derechos civiles.

         El propio director comentó que una constante de su obra fílmica ha sido la eterna lucha entre el amor y el odio. De ahí que muestre el conflicto racial porque finalmente deriva en prejuicios y en el gratuito ataque entre seres humanos por diferencias de la propia naturaleza. De ahí que utilice referentes sociales de importancia como el brutal ataque de la policía contra Rodney King en “Malcolm X” o los comentarios sobre el ataque a las torres gemelas en “La hora 25”. Aquí muestra la marcha supremacista de 2017 en Virginia como una indirecta al estado actual de su nación, pero también pone como referente a películas que han sido importantes en su penetración mundial ante espectadores que se regodean en su estética sin darle importancia al subtexto racista como El nacimiento de una nación (1915, Griffith) o Lo que el viento se llevó (1939, Mitchell). También posee una secuencia donde Ron discute con su objeto amoroso Patrice (Laura Harrier) sobre la importancia de las cintas consideradas de “blaxploitation” populares en esos primeros años setenta, donde los roles principales eran interpretados por actores negros que ponían en su lugar a los blancos y mostraban emociones y sentimientos (Shaft, como ejemplo).

         La película es muy atractiva por una trama que permite el suspenso y la intriga, además de entrar en los cuestionamientos de raza, ya sea por ese odio (el asunto del KKK) o ese amor (el conflicto personal de Ron ante Patrice, quien tiene mala opinión de los policías, desconociendo esta identidad de su amado). Alternadamente, es el rescate de un hecho que aconteció y que tomó por sorpresa a sus protagonistas. Estas cualidades son las que le otorgaron el Premio Especial del Jurado en Cannes 2018 así como su presencia en diversos festivales y selecciones de premios. Es otra manera de explicar la evolución en cuanto al estatus que actualmente mantienen las diferentes etnias a nivel mundial.

El director Spike Lee en Cannes...



 

 

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