FRAGMENTOS DE UNA MUJER
(Pieces of a Woman)
2020. Dir. Kornél Mundruczó.
Martha (Vanessa Kirby) está a punto de dar a luz. Espera junto con su esposo Sean (Shia LaBeouf), la llegada de la comadrona que la atenderá. En su lugar aparece Eva (Molly Parker) porque la otra se encuentra en medio de un parto difícil. Todo el proceso entre el rompimiento del agua y la salida de una bebé por el vientre materno se lleva los primeros treinta minutos de la película. Lo trágico reside en que la pequeña muere. Dividida en varios capítulos intitulados con diversas fechas que van desde septiembre de un año hasta el siguiente abril servirán para mostrar el desarrollo del dolor y las consecuencias de éste, en la persona de Martha, en su relación de pareja, en el lazo de unión con la madre protectora (una Ellen Burstyn esplendorosa, a los 87 años).
La cinta lleva a cabo un minucioso estudio sobre el enojo y la negación como mecanismo de defensa. El marido le pregunta los motivos de que muestre su enfado hacia él y no comprenda la falta de reciprocidad hacia su propio dolor. La madre quiere explicarle su propia falla porque no supo transmitirle la necesidad de levantar la cabeza ante la adversidad. Martha, en sí misma, no encuentra salida. Tampoco entiende la necesidad de llevar a Eva a juicio para exigir una compensación que finalmente se quedará en un recurso material sin sentido ante la pérdida de un ser humano. Las manchas de leche materna que quedó inutilizada o los pañales que disfrazan la sensibilidad corporal. Los escarceos eróticos interrumpidos que buscan renovar la sexualidad. La necesidad de buscar dar la vida por medio de retoños vegetales como una metáfora de aquella perdida en su experiencia casera al preferir dar a luz en casa, en lugar de asistir a un hospital. Todos estos elementos se conjugan para ofrecer el retrato de una mujer destrozada.
Vanessa
Kirby (la princesa Margarita en la serie “The Crown” o la viuda blanca en la
maravillosa Misión imposible: Repercusión) se ganó la Copa Volpi como
mejor actriz en el Festival de Venecia. Shia LaBeouf aparece menos sobreactuado
que en la estúpida Ninfomanía y menos atormentado que en Honey Boy:
un niño encantador porque aquí se contiene y estalla cuando se debe. El
realizador húngaro Mundruczó es conocido en México por su cinta Dulce hijo que
apareció en alguna Muestra Internacional de Cine hace diez años. Lo que en esa
película era tremendismo criminal ahora se torna en precisa reflexión. No puede
hablarse mucho de la cinta sin revelar hechos relevantes.
El realizador Kornél Mundruczó
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