lunes, 8 de marzo de 2021

EL PLACER DE LA VENGANZA

 HERMOSA VENGANZA

(Promising Young Woman)

2020. Dir. Emerald Fennell

         Las primeras imágenes nos muestran a una joven mujer abiertamente alcoholizada en un bar donde la contemplan tres hombres. Entre ellos se retan para ver quién irá a seducirla. El mensaje está claro, según ellos. La chica no tiene ni idea de dónde está y abre las piernas dejando ver su ropa interior. Uno de ellos se decide y se le acerca. Aparentemente va a ayudarla. La lleva en un taxi y le sugiere que lleguen a su departamento para una última copa. La dama acepta. Le pide un lugar para recostarse. El hombre empieza a quitarle su ropa interior y para su sorpresa, ella se levanta sobria y lo enfrenta. Ella es Cassie (Carey Mulligan, fenomenal) quien tiene 30 años, abandonó sus estudios de medicina, vive con sus padres, trabaja en una cafetería y una vez a la semana realiza su actuación de equívoca borrachera para darle una lección a los machos soberbios y abusivos.

 Una Cassie aparentemente alcoholizada...

         Cassie tiene un trauma personal: abandonó sus estudios, luego de que Nina, su mejor amiga, fuera violada en el campus universitario, sin tener jamás la compasión ni el oído de la justicia. De ahí su rutina semanal como indirecta venganza en la especie masculina para lavar el honor de Nina. Cierto día llega a la cafetería Ryan (Bo Burnham, simpatiquísimo), un excompañero de medicina quien la reconoce y se asombra porque Cassie está ahora atendiendo una cafetería. Inician una relación por la cual Cassie se entera de que Al (Chris Lowell), el violador de Nina, ha vuelto luego de pasar tres años en Londres y está a punto de casarse. De esta manera, el asunto detona el rencor en Cassie quien procederá a realizar una sutil venganza.

 El encuentro con Ryan cambia todo... al principio...

         Estamos ante otra cinta del siglo XXI que se dedica a la reivindicación de los abusos cometidos contra las mujeres, sin caer en los lugares comunes. La trama, interesante y sorprendente según se va desarrollando, parte de una violación, de una situación que es considerada natural entre los universitarios (“la mujer se emborracha y anda buscando sexo”) y que, con el tiempo, se considera poco importante (“éramos unos chiquillos, no hicimos nada malo”). Así como se trata la perspectiva masculina, no se deja de lado a las cómplices femeninas que eran amigas y compañeras de los violadores (“nos mandaron a todos un vídeo, era un juego”).  Así, la cinta no se trata de una muchacha violada que busca cobrar venganza en su atacante. Se convierte en un manifiesto general contra la falta de respeto, contra el abuso al cual se somete a ciertos seres humanos porque, de antemano, se piensa que eso es lo que andan buscando. Nina era la mejor amiga de Cassie: Cassie se torna en Nina para redimirla.

 Vestida para la venganza...

         El tono de la película es variable: primero tiene un tinte de delirio y obscuridad que luego, se va aclarando, para sufrir una recaída posterior. Cassie tiene una sola amiga que es su jefa en la cafetería. Vive con unos padres preocupados de que a los 30 años siga sola y en casa, con un trabajo sin mayores horizontes. De regalo de cumpleaños recibe una maleta, algo que Cassie toma como colmo y extrema sugerencia para pedirle que se vaya y rehaga su vida. La llegada de Ryan a su vida será como un remanso de aparente paz que luego se perderá para entrar al desgarre emocional. Una vuelta de tuerca inesperada en los sucesos hace que el espectador se sorprenda y no sepa cuál camino tomará esta mágica película. No obstante, Cassie tendrá la última palabra (o mensaje).

La directora Emerald Fennell con sus actores...


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