BECKETT
2021. Dir. Ferdinando Cito Filomarino.
Beckett (John David Washington) vacaciona en Grecia con su novia April (Alicia Vikander). Son los años de turbulencia política, por lo que prefieren viajar al norte de Atenas mientras ocurra y termine una manifestación frente al hotel donde se hospedan. Al ir por carretera, Beckett dormita y el coche sale volando hacia el campo, llegando a una vieja casa donde traspasa uno de los muros. En un momento de lucidez, logra zafarse de su cinturón de seguridad, alcanza a ver a una mujer y a un niño, pero lo que le interesa es April, cuyo cadáver se encuentra tirado. Al día siguiente despierta en un hospital donde cuenta lo sucedido a la policía. Al ir a pie hacia la casa donde ocurrió el accidente, cae al suelo sobre la mancha de sangre donde estuvo el cuerpo de April: ahí decide tomarse todas las pastillas de un medicamente, como alternativa suicida cuando, de pronto, llegan una mujer y el agente que le había entrevistado previamente, quienes empiezan a dispararle, por lo que el hombre debe de escapar: así inicia toda una odisea donde es preponderante el instinto de supervivencia. Su afán será llegar a Atenas, a la embajada norteamericana.
Alicia Vikander, en un rol de corta duración, aunque su recuerdo sea el motor de supervivencia.
Segundo largometraje del anterior asistente de director Cito Filomarino, que ha sido producido por Luca Guadagnino, con el cual había colaborado en Llámame por tu nombre y otros de sus títulos, viene a ser una cinta de intriga y persecución que va desde la campiña, el poblado, hasta llegar a la gran capital. Beckett será acosado, y en ocasiones atrapado, por la policía, sin tener la menor idea del motivo, pero siempre atacando para liberarse. La incógnita se irá despejando paulatinamente, aunque, en realidad, no quede muy clara: Beckett se enterará de que el niño que había visto momentáneamente, era una víctima de secuestro. Su encuentro con una pareja de activistas será la primera clave para comprender que es persona non grata para quienes están involucrados en ese secuestro con tintes laterales políticos. No obstante, las cosas no serán como aparentan ser. La cinta está claramente dividida en un preámbulo intimista, idílico, que luego deriva en la acción constante, y un cierre con la visión del rostro que ya se permite el dolor total.
Estrenada en el Festival de Locarno, en Suiza, como cinta de apertura, ya que, al menos, como entretenimiento es bastante funcional, y debido a que el realizador había sido elogiado con un cortometraje presentado en la edición de 2010. El mismo realizador comentó que “el cine de género puede, en ocasiones, utilizar diseños formales para evocar la intensidad de la experiencia humana y me preguntaba: ¿qué sucede a un sujeto con una crisis personal cuando se ve envuelto en una intriga de alta tensión?”. Uno se pregunta cuál sería el motivo para llamar “Beckett” al personaje. Si acaso, por el absurdo cotidiano, además de la ignorancia de lo que está sucediendo, como homenaje indirecto al afamado escritor irlandés. El personaje es lanzado al incierto destino, y en cada etapa donde va conformando su conocimiento de los hechos y el desenmascaramiento de sus perseguidores, aumenta más el deseo de vivir y el recuerdo del amor de la mujer que murió por un inesperado accidente, del cual se culpa.
Boyd Holbrook y Washington
El
realizador ofrece una imagen del entonces presidente Obama, para situar al
espectador en esos tiempos prepandémicos que ahora añoramos a diario. Son los
años de la fiera crisis económica que sacudió a Grecia, por lo que se infieren
los motivos políticos que, al ser confusos, en realidad no llegan a importar
tanto. Y ahí es donde se considera una vuelta de tuerca para que exista un
cierre total. Alicia Vikander aparece solamente en los primeros quince minutos,
pero demuestra aquello de que “no hay papeles pequeños”. Washington cumple, es
buen actor, pero siempre queda cierta desconfianza: ¿hubiera tenido las mismas
ventajas estelares (Tenet, Malcolm y Marie, El infiltrado del KKKlan) si
no fuera hijo de Denzel (al cual no le llega ni en su equilibrio actoral ni en
su belleza natural)?. ¡Ah, y Boyd Holbrook!, quien surge como ambiguo personaje
institucional, enfatizando su versatilidad.
El director Ferdinando Cito Filomarino con Washington
Genre
cinema can sometimes use strict formal designs to evoke the intensity of human
experience. I wondered: what happens to a man in a personal crisis when thrown
into a high tension thriller?
– Ferdinando Cito
Filomarino
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