UN PEQUEÑO FAVOR
(A Simple Favor)
2018. Dir. Paul Feig.
Paul Feig es el responsable de comedias fantásticas (Spy, una espía despistada, Damas en guerra) gracias a que sabe aprovechar a sus elencos. Cuando uno se entera que ha dirigido esta cinta que se anuncia como drama de intriga y suspenso, piensa que ha decidido cambiar de rumbo o probar otro género: no es así, en realidad es una comedia disfrazada. Feig comprueba que es un individuo muy creativo en su manejo del humor (aunque él personalmente no posea el carisma ni la gracia suficiente) y en su habilidad para extraerlo de cualquier situación, más que nada, aprovechando las cualidades de sus elencos y de sus guiones. En esta película parte del guion de Jessica Sharzer (cuyos antecedentes más populares son episodios de la serie de televisión American Horror Story) sobre una novela que vuelve a tratar el tema de mujeres que desaparecen (al estilo Perdida) y que si se pone uno a analizar con cuidado, no tiene ni pies ni cabeza psicológicamente ya que muestra giros inesperados, sospechosos inesperados, personajes inesperados y hasta reacciones inesperadas, aparte de divulgar secretos inesperados. ¿Me comprende?
La maravillosa Anna Kendrick con la sensual Blake Lively
Y sin embargo, no importa. No se toma en serio y aprovecha todas las posibilidades para descubrir la chispa, el ingenio (hasta la socarronería) dentro de situaciones de suspenso que atrapan la atención del espectador. Así como se entra al incesto o perversiones sexuales, hay elementos que se notan copiados de muchos otros temas del género y que no pueden ser comentados para no arruinar las sorpresas de la cinta. Stephanie (Anna Kendrick), una viuda con hijo pequeño, demasiado servicial, creadora de un videoblog donde ofrece recetas de cocina y otros consejos domésticos, conoce a la sofisticada madre de un amigo de su hijo llamada Emily (Blake Lively). A pesar de sus contrastes personales, se hacen buenas amigas, y Stephanie comienza a hacerle favores como cuidar a su pequeño. Cierto día, ésta desaparece, y Stephanie, utilizando las experiencias comunes y ya muy conocidas en libros y películas, empieza a investigar hasta que se descubre el paradero de la mujer: aparece muerta en otro estado.
Henry Golding (el galán de la ridícula "Locamente millonarios"
aquí tiene el papel como marido de la extraña Emily
Con lo que le he contado, que deja atrás muchos detalles y momentos, la cinta sigue con misterios, más sospechas, otras investigaciones, hasta llegar a un desenlace. A pesar del desastre discursivo y psicológico, la película cuenta con ese par de actrices maravillosas cuyos talentos, físicos y gracia, permiten que Feig alcance niveles sorprendentes de humor que subrayan su habilidad para lograr imponerlo y sustraerlo de situaciones dramáticas, aparentemente serias. La cinta es frívola, hecha con fórmulas, acciones inverosímiles, pero está contada y resuelta inteligentemente. El espectador sonríe, lanza de pronto alguna carcajada, se extraña, porque a cada momento las cosas cambian con un ritmo tan bien estructurado, y queda satisfecho.
Paul Feig domina el humor para cualquier situación,
aunque personalmente carezca de gracia...
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