viernes, 21 de mayo de 2021

¡VIVA LAS VEGAS!

 

EL EJÉRCITO DE LOS MUERTOS
(Army of the Dead)
2021. Dir. Zack Snyder.

         Las Vegas invadida por zombis. Una bóveda subterránea que guarda 200 millones de dólares. La ciudad va a ser bombardeada por lo que deben de ser extraídos por una banda de mercenarios antes de que esto suceda. El maestro, autor completo, Zack Snyder, a quien le debemos la extraordinaria relectura de El amanecer de los muertos (2004. Dawn of the Dead), gran homenaje a George A. Romero, ahora nos ofrece una cinta de su propia creación: otro comentario metafórico sobre los símbolos norteamericanos. Filmada antes de que nos azotara la pandemia, la cinta se torna asombrosamente profética con pistolas de temperatura que ahora miden si estás en el proceso de convertirte en muerto viviente. Campamentos donde están resguardados los sobrevivientes, que equivalen a familias separadas por las circunstancias. Un prólogo nos indica que un convoy militar transportaba a un especimen zombi: el choque con un automóvil donde viajaba una pareja de recién casados que se descontroló cuando ella, ardiente, se puso a hacerle sexo oral al flamante marido quien se fue de frente contra el vehículo e hizo que la carga cayera y se abriera en pleno campo, en las colinas frente a Las Vegas, ciudad que se tornaría en zona de peligro, circundada por un muro para contener a los monstruos hambrientos de carne y sangre.

Un empresario japonés, dueño del hotel casino Olympus, recluta al otrora heroico Scott (Dave Bautista), merecedor de una medalla al mérito, pero ahora relegado a cocinero de hamburguesas en un restaurante de mala muerte, para que rescate una millonada de dólares, que ya fueron pagados por un seguro, por lo que ahora permanecen limpios, encerrados, potencialmente utilizables sin problemas legales ni de impuestos. Scott lo ve como una alternativa para salir de su situación, pero también como una forma de recuperar a su hija Kate, a la cual no ha vuelto a ver desde que tuvo que matar en su presencia, a la que fuera esposa y madre, convertida en zombi.

         Así empieza un reclutamiento donde Scott consigue a una piloto de helicóptero, a un ladrón de cajas fuertes, a una coyota que conoce el terreno para recorrerlo, además de viejos amigos que recibirán su parte porque necesita que entre todos se protejan. La cinta se va desarrollando entre lugares comunes del género, aunque con una carga de humor y sarcasmo que ofrece el tono ligero dentro de una realidad terrible. Esa es la maestría de Zack Snyder: crear una atmósfera que es amenazante y mortífera, dotándola de remansos ligeros, sin tomarse jamás en serio. Es el tipo de cinta que conoce su misión y objetivo: entretenimiento puro, con su comentario social, sus relaciones con la realidad, pero jamás olvidando que es fantasía e imaginación.  Autor completo, ya que aparte de argumento y guion, fue su propio director de fotografía.

         El uso de la música adecuada para enfatizar algún comentario como es “Viva Las Vegas”, aunque en una versión más contemporánea (aunque previamente, tanto inicio como final, nos permiten escuchar a Elvis cantando “Suspicious Minds”), o la adecuada “Zombie” de The Cranberries, y el sentimentalismo cínico (por el momento en el cual se intercala en la banda sonora) de “Do You Really Want to Hurt Me?” de Culture Club. El prólogo, luego del impacto inicial, va mostrando el proceso de “zombificación”: coristas con poca ropa, strippers masculinos, imitadores de Elvis y de Liberace, con la carga sardónica que muestra a una de las ciudades emblemáticas de los Estados Unidos, símbolo absoluto de capitalismo y sueños de gloria, refugio de criminales en la creación de su leyenda, como espacio abiertamente decadente, ya con monstruos reales, transformando la esencia del mal y pecado en metáfora extrema. Y todo dentro de los elementos del género: villanos sacrificables, amenazas a flor de piel, disparos en exceso con armas que parecen infinitamente cargadas, el aspecto romántico con el perdón entre parejas o la relación conyugal entre zombis, el giro inesperado en el objetivo de la extracción del dinero o, por supuesto, epílogo inesperado, inopinado, pleno de ironía. El ritmo es impecable, la duración excedida. Nada de extrañarse en las obras capitales de Zack Snyder.

El maestro Zack Snyder, argumentista, guionista, 
director de fotografía y realizador de esta película.



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