miércoles, 23 de diciembre de 2015


DOS VÉCES ÚNICA
de Elena Poniatowska
Seix Barral, 1ª. edición,
412 pp. $268

         Luego de habernos dado Tinísima (Era, 1992) sobre Tina Modotti y Leonora (Seix Barral, 2011) acerca de Leonora Carrington, Elena Poniatowska sigue con su recreación del México moderno, aquel de los años veinte y treinta que vio nacer movimientos, corrientes, grupos que darían lugar a una riqueza extraordinaria en las diversas artes para culminar en la década de los sesenta. Otras generaciones continuaron hasta nuestros días pero las grandes personalidades de esa mitad de siglo XX permanecen tanto en obra como, si están vivos, en la novedosa creación y relectura.

 

Lupe Marín fotografiada por Edward Weston
 
         Utilizando entrevistas con Lupe Marín Preciado (1895 – 1982), quien fuera la única mujer legítima de Diego Rivera, así como conversaciones con sus hijas Lupe y Ruth, además del hijo que tuvo con Jorge Cuesta, Antonio, y otros amigos y familiares, a lo largo de muchos años, Poniatowska arma una biografía novelada en 50 capítulos que siguen a la alta y morena jalisciense Lupe desde su nacimiento hasta la muerte.
Lupe Marín entre sus hijas Ruth (1927 - 1969) y Lupe (1924)
 
         La pinta como mujer recia, entrona y combativa que fue adquiriendo gusto y luchando cotidianamente consigo misma y sus pasiones a lo largo de la vida. Madre fría y alejada de sus hijas a las cuales, sin embargo, disciplinó y enseñó a ser mujeres hechas y derechas. Además, madre cruel y despiadada hacia el hijo de Cuesta, quizás porque le recordaba sus debilidades y un amor acrecentado que se desvaneció rápidamente.

 

El sapo Diego Rivera ya viejo
 
         Poniatowska habla bien y habla mal de las amistades de Diego y Lupe. Ofrece su versión personal sobre aquellas personas que detestaba (Salvador Novo, por ejemplo) o quería mucho (Concha Michel, otro caso). Narra su cercanía con Frida porque ella quería seguir viendo y mimando a su Diego del alma. Retrata a la ciudad de México y la manera en que va cambiando su panorama geográfico a lo largo de los años. Uno como lector imagina las atmósferas y las limitaciones pero también las riquezas de esos tiempos. Y la propia autora comenta que con este libro complementa el trabajo iniciado en los otros volúmenes mencionados.

 

Un retrato de Lupe por Diego
 
         La vasta experiencia de Poniatowska como entrevistadora, cronista y creadora se nota en esta novela que utiliza a la ficción para intentar una realidad de Lupe Marín que pueda superarla e imaginarla tal como fue en la vida real. Publicado el libro, los familiares que viven lo leyeron y estuvieron muy de acuerdo con lo narrado.


Un retrato de Lupe por Frida Kahlo
 
         Al posible lector se le abre la alternativa de conocer a personas y situaciones de un siglo veinte que fue extraordinario en el desarrollo e impulso artístico, original y retador para unos años todavía incipientes en tecnología pero riquísimos en la creación de obra y en personajes únicos que ya no se encuentran fácilmente: un ejemplo es Lupe Marín (ella se consideraba “única” porque fue mujer legal de Rivera; se duplica el adjetivo por ella misma).

El retrato más significativo de Lupe por Diego Rivera
 

jueves, 17 de diciembre de 2015


TIN TAN – TODO POR AMOR
Rosalía Valdés Julián
Editorial La Caja de Cerillos – CONACULTA
1ª. edición – noviembre 2015 – $350

 
         Este libro es el recuento novelado que hace la autora sobre el romance de sus padres, el cómico magnífico Tin Tan y la excelente cantante Rosalía Julián, desde que se conocieron formalmente en 1949, en el Teatro Follies Bergere, hasta que pudieron realizar su matrimonio en 1956, debido a que el hombre se encontraba casado y su mujer no quería otorgarle el divorcio.



         Entre estos dos momentos, Rosalía Valdés narra lo que quizás su madre le ha contado, utilizando muchas fotografías de época así como facsimilares de algunas cartas escritas por Tin Tan, para dejar establecido el gran amor que surgió entre ellos, el celo de la madre de la joven, los viajes juntos a diversos puntos nacionales e internacionales porque Tin Tan la quería tener cerca de él.


De izquierda a derecha, Rosalía, Araceli y Elena: Las Hermanitas Julián
 
         Y todo es tan particular y sin sorpresa para ser un noviazgo formal y decente, que cae en lo insípido. Uno imagina a Tin Tan expresando sus frases amorosas, sin duda alguna (“te quiero mucho Rosita y cada día que pasa, me convenzo de que tus brazos van a ser mi nido de amor para cuando nos casemos”) y hasta bromista (“…cuando te robe, digo cuando me case contigo…”).

 


         Es el homenaje que Rosalía brinda a su padre, y por ende, a su madre, por el centenario de su natalicio que se conmemoró hace tres meses. La hija amorosa, cristiana, que no puede salirse de los cánones sentimentales (siempre habla de besos y abrazos: a Rosalía no la dejaban estar sola con el cómico). Rosalía Julián formaba el trío de Las hermanitas Julián junto con Araceli y Elena, cuyas voces tan entonadas traían reminiscencias de las norteamericanas Andrew Sisters. Usualmente las tres estaban juntas viajando ya fuera con su madre o con su hermano menor Julio. En algún momento, se dice que la señora madre abofeteó a Rosalía y a Aracelí por llegar tarde a casa. Elena le lanzó un bolsazo en la cara a Tin Tan por un reclamo de éste y el único chisme que sale del libro es que se decía que Elena estaba celosa porque a ella le gustaba Tin Tan.



         Rosalía Valdés había escrito La historia inédita de Tin Tan (Editorial Planeta, 2003) que informaba, con mayor fortuna, sobre los antecedentes familiares y fílmicos de su padre. Ahora se decidió a contar la historia de amor entre sus progenitores. El libro está muy bien diseñado, muchas fotografías inéditas, pero no deja de ser una memoria filial que dura el tiempo de lectura y de todas maneras, ante la falta de celebraciones formales para el mejor cómico de México, vale la pena leerlo.

 

 

domingo, 13 de diciembre de 2015


ESTA SOY YO
Silvia Pinal
Ed. Porrúa. 2015. $290.

 

         La autobiografía confesional de Silvia Pinal (1931), actriz, vedette, cantante, productora, sirve para dejar constancia de su espíritu emprendedor y su alto sentido del trabajo. Al leer el libro nos vamos dando cuenta de su energía e impulso para estar constantemente en acción. Una mujer inteligente que supo aprovechar las condiciones de su vida.
 
 
Al ser famosa y tener las conexiones apropiadas, pudo seguir adelante con sus planes. Así sabemos que tuvo una línea de cosméticos al estilo de venta casera, por catálogo. También que fue productora de Mujer, casos de la vida real, por 23 años, aparte de muchos otros programas de televisión.


         Creo que es lo más interesante del libro ya que la parte privada es relativa: Enrique Guzmán la golpeó, Gustavo Alatriste fue el amor de su vida y quien la llevó a la fama por producir Viridiana, Rafael Banquells se quedó chiquito frente a ella, Tulio Hernández la colocó como primera dama de Tlaxcala pero un accidente lo transformó. También nos enteramos que se besó con Omar Sharif y que tuvo relaciones con el torero Paco Camino. Todo esto se convierte en parte del chisme popular y es lo que vende, pero menos importa, sobre todo cuando son cosas del pasado.


         El defecto mayor es que no hable más de sus películas. Algún adjetivo o una simple anécdota es lo que conforma a la narración filmográfica (aunque ya se hizo un intento previo con la publicación de El cine de Silvia Pinal por Emilio García Riera en 1996). Rinde tributo a Luis Buñuel y a Tulio Demicheli que vienen a ser sus directores definitivos: las cintas con el argentino Demicheli conforman la mejor parte de sus cintas aparte de las del maestro aragonés.



         Un libro autobiográfico viene a ser una catarsis y en este caso, a la edad que tiene la actriz, fue una buena decisión. Luego de María Félix y Dolores del Río seguía el nombre de la Pinal en el enlistado nacional. Muchas otras personalidades fueron y se quedaron. Permanecen en la conciencia colectiva y hay muchos admiradores particulares, pero no puede negarse la trascendencia de esta mujer. El libro es muy completo y contiene muchas fotografías de gran interés, además que la calidad de papel e impresión es magnífica.

 


El estilo es el de una conversación: Silvia platicó con José Miguel Pérez-Porrúa, editor responsable. De esta manera, parece que la actriz está platicando con su lector. Se forma una relación cercana y uno queda encerrado con sus palabras. La única ironía es que la foto de la portada la muestra muy bella y joven. Al leerse el título que dice Esta soy yo, uno exclama ¡No! Esta eras tú y el libro cumple con creces al hablar del pasado, de un pasado que ya no existe y del cual ella fue una gran exponente.