miércoles, 30 de junio de 2021

CARRETERA DE HIELO

 

RIESGO BAJO CERO
(The Ice Road)
2021. Dir. Jonathan Hensleigh.

         Mike (Liam Neeson) es un trailero que vive metiéndose en problemas debido a que protege a su hermano Gurty (Marcus Thomas) quien padece de afasia luego de haber estado en la guerra. Cuando explota una mina de diamantes al norte de Manitoba, se requiere el traslado de un cabezal para poder realizar las maniobras de rescate. El problema reside en que solamente quedan 30 horas de oxígeno y que estos pesadísimos equipos deben trasladarse a través de lo que se conoce como “camino de hielo” (el título original de la cinta) que es agua congelada: como ya es abril, empieza el deshielo y el peso de este transporte puede resultar fatal. La cinta nos lleva por este camino de “tensión”, añadiéndose ingredientes que son comunes en este género de películas: peligros acechantes a cada momento; situaciones que parecen imposibles de resolver, pero que llegan a soluciones mágicas; maleantes que deben impedir el buen término de las misiones ya que pondrían al descubierto las intrigas que causaron las tragedias iniciales.

         Los elementos de la trama están cuidadosamente establecidos: el rudo personaje estelar debe de cuidar al hermano que quiere, pero que le resulta incómodo, aunque, a pesar de sus males, es un genio mecánico. Al ser una situación en circunstancia peligrosa, deben de encontrarse a los choferes adecuados para los traslados: una mujer rebelde, enojada con el sistema, quien acepta el trabajo ya que su hermano se encuentra entre los mineros atrapados. Un empleado de la aseguradora que debe asistir para cuidar todos los riesgos involucrados, aunque sus intenciones sean otras. El realizador Hensleigh tenía más de una década sin dirigir. Guionista antes que nada -a él se deben, por ejemplo, El Santo (Noyce, 1997) o El vidente (Tamahori, 2007)- y como director, la segunda versión de El castigador (2004) donde Thomas Jane fue el intérprete del personaje de historieta. Su experiencia en cintas de acción que llegan a extremos ultra humanos, al respetar la libertad fílmica que lleva al absurdo, hace que cuide todas las variables posibles.

         En esta cinta tenemos un acercamiento a lo que, en su momento fue El salario del miedo (Clouzot, 1953; Friedkin, 1977) donde el traslado de una carga de nitroglicerina mantenía angustiado al espectador durante toda la cinta. En este caso, la posibilidad de que una capa de hielo de 30 pulgadas, aguante en época de ligero calor, una buena cantidad de toneladas, además de otros peligros, produce esos mismos sentimientos para un público que, a pesar de conocer y ver todas las variaciones de estos temas, siempre se encuentra al borde del asiento. El ritmo es adecuado; las situaciones llegan a lo inverosímil, como toda buena cinta del género. Liam Neeson continúa con su rol de héroe viejo, ahora más notorio en el mismo personaje que le ha tocado interpretar, genialmente, en las últimas décadas. La finalidad de gran entretenimiento se cumple con alguna que otra sorpresa.

El director-guionista Jonathan Hensleigh



sábado, 26 de junio de 2021

PANDEMIA UNIVERSAL

 

EN LA TIERRA
(In the Earth)
2021. Dir. Ben Wheatley.

         El científico Martin (Joel Fry, a quien puede identificar como Jasper, uno de los cómplices de Cruella, la fallidísima e insulsa cinta de Disney) llega a una unidad científica enclavada en las afueras de un pueblo británico, como primera parada, antes de ir en busca de la Dra. Olivia (Hayley Squires), de quien fuera su asistente (además de que se sugiere alguna relación amorosa), y de la cual no se ha sabido nada, aunque su espacio de investigación se encuentra a dos días de distancia al interior del bosque. El mundo se encuentra en medio de una terrible pandemia viral, por lo que deben de tomarse todas las precauciones necesarias. La guía Alma (Ellora Torchia) será quien se encargue de dirigirlo hacia dicho lugar. A Martin le impacta un cuadro que muestra a una figura mitológica, Pernag Fegg, deidad del bosque. Alma le cuenta a Martin que han ocurrido varias desapariciones en los meses previos. Todo va en orden hasta que sufren un ataque nocturno, sin poder ver a sus atacantes que le roban sus zapatos. Martin y Alma siguen adelante hasta que el hombre sufre un accidente que le hiere profundamente el pie. Se encuentran con un hombre, Zack (Reece Shearsmith), quien les ofrece ayuda a cambio de su silencio, ya que vive en el bosque de manera ilegal. En realidad, la pareja cae en una trampa…

         Luego de haber filmado la costosa y elegantísima, pero insípida, nueva versión de Rebeca (2020) para Netflix, el maestro Wheatley vuelve por sus fueros que, aquí en México, conocimos por la fascinante y extraña El rascacielos (High-Rise, 2015) donde los inquilinos de un lujoso edificio de departamentos se convertían en microcosmos urbano donde el deterioro y la diferencia de clases producían un desastre existencial. Wheatley no es un cineasta simple y sus imágenes son tan alucinantes que permanecen en la memoria. En este caso, inmerso dentro de otro terrible desastre, ahora real, filmó en el verano del año pasado, tratando de exorcizar sus propios demonios y ofreciendo una mezcla de ciencia, superstición, religión, con elementos que caen dentro de lo sobrenatural, para ofrecer su versión particular de lo que significa el aislamiento, el malestar, el delirio de persecución por un enemigo microscópico e invisible.

         El amenazante Zack cree en la existencia de Pernag Fegg y utiliza los medios que cree apropiados para calmar su ira (sacrificios de seres humanos que se topa en su camino, ataques físicos sobre su integridad, fotografías que representan imágenes semejantes a la del cuadro donde se iconizaba a Fegg, entre otras). Por su parte, la doctora Olivia, quien aparecerá más adelante, investiga las micorrizas (un sistema subterráneo entre hongos y raíces que sirven para compartir y trasladar nutrientes o agua) que podrían explicar una reacción de la Naturaleza contra la disfunción humana. En el centro del campamento científico de la doctora hay un monolito de piedra, con una oquedad en el centro, que representa al mítico Fegg, y que viene a ser un símbolo de unión entre ciencia y fervor religioso. Wheatley utiliza todo un juego visual donde las imágenes dan idea de una apertura del conocimiento.

         Wheatley nos ofrece una trama abierta, a veces confusa, que puede tener otros matices o interpretaciones, pero que intenta ofrecer una visión particular, metafórica, de los efectos de esta pandemia entre la humanidad, utilizando diversos aspectos. Seguramente llegarán muchas otras propuestas con el paso del tiempo. Al inicio de la película, Martin y Alma se preguntan sobre lo que dejará esta pandemia, pero la respuesta es rotunda: “la gente olvidará, nadie recordará” (algo que tristemente se empieza a notar entre la población al dejar de lado precauciones y sentir una falsa, invencible armadura, por un par de vacunas). Hay escenas muy gráficas que involucran partes de los órganos del cuerpo, pero que hablan de ese dolor, de esa amenaza, de esa vulnerabilidad…

El director Ben Wheatley



viernes, 25 de junio de 2021

VIEJAS GLORIAS

 

ABEJAS REINAS
(Queen Bees)
2021. Dir. Michael Lembeck.

         Helen Wilson (Ellen Burstyn) es viuda, vive sola y su nieto Peter (Matthew Barnes) la visita a menudo. Ambos juegan a adivinar las citas precisas de escritores, deportistas y hasta de Miley Cyrus. Aunque Helen es muy lúcida, vive olvidando las llaves de su casa, sin poder entrar de nuevo. Cierta noche, mientras cocina, sale a tirar basura y vuelve a quedar fuera de casa: la cocina empieza a arder, causando daños cuantiosos. Su hija Laura (Elizabeth Mitchell), le insiste que pase unos días en Pine Grove, una residencia para adultos mayores. Helen accede porque será temporal: no obstante, el tiempo de reparación se irá alargando. Al llegar a su nuevo hogar, Helen no desea hacerse amiga de nadie, mucho menos cuando encuentra a las “abejas reinas” del lugar que son afrentosas, rudas y absolutas: Janet (Jane Curtin), Margot (Ann-Margret) y Sally (Loretta Devine). A Helen no le importa ya que solamente estará poco tiempo en esa residencia. Luego, de pronto, llega Dan (James Caan) quien empieza a visitarla, a pesar del rechazo de ella, y más tarde a profundizar en su relación.

La elegancia de Ellen Burstyn

         La trama es muy simple y ya se ha visto en infinidad de películas juveniles. De hecho, uno puede identificar situaciones que usualmente suceden en las secundarias norteamericanas donde las “chicas malas” forman una pandilla que no permite la cercanía de otras. En este caso, la dominante del trío es Janet, a quien todos detestan por fría y malvada. Helen no es una mujer dócil y muestra desinterés, pero una de las “abejas”, Sally pasa a saludarla y a invitarla a formar parte de jugadoras de bridge, ante el rechazo y prepotencia de Janet. Por otro lado, Margot es la frívola y promiscua del grupo: luego de cinco matrimonios, ahora acecha a Arthur (Christopher Lloyd), quien es el galán del lugar. Janet provoca problemas a Helen por su amargura constante que se explicará más adelante dentro de la trama. El acercamiento entre Dan y Helen se da como un proceso de conquista usual que los adolescentes realizan cuando se encuentran en la edad de los primeros acercamientos eróticos.

 Las abejas reinas de la residencia

         Entonces, a partir de una trama insulsa, estamos ante una cinta encantadora porque transporta las acciones de una secundaria a la tercera edad. La mirada hacia los viejos resulta estereotipada cuando se trata a la sexualidad donde surgirán las bromas sobre la potencia y el viagra. Arthur será el equivalente a un jovencito mujeriego que vuelve locas a las muchachas, mientras que Dan será el galán anhelado, el que tiene todas las cualidades y la ternura que embelesa a la joven que no desea abrir su corazón ante un rompimiento de amores previos, aunque en este caso sea la viudez, el alejamiento por la muerte. Margot será la coqueta que se acuesta con todos mientras llega el hombre definitivo y Janet, la frustrada que no ha alcanzado a sentir amor. Sally se divorció cuando su marido descubrió que era gay aparte de tener cáncer: vendría a ser la chica enferma que sale adelante por su carácter vivaz.

 El romance que florece

Ellen Burstyn (88 años)-James Caan (81 años)

Ellen Burstyn en 1971
James Caan en 1972

         No obstante, el encanto mayor lo otorgan las presencias de actores ya ancianos que permiten una solidez absoluta por los gajes del oficio. Ellen Burstyn tiene 88 años y James Caan, 81, aparte de Christopher Lloyd con 83. Por su parte, Ann-Margret acaba de cumplir 80 años, dejando como “jóvenes” a Jane Curtin con 74 y Loretta Devine con 72. Uno, como espectador también mayor, se conmueve al reencontrarlos en esta comedia amable, sin mayores complicaciones, con un par de conflictos nada trascendentes, porque recuerda al James Caan musculoso y atractivo de El padrino (1972) o a la seductora Ellen Burstyn como dama rica texana en La última película (1971), ya con movimientos más delicados, pieles ajadas, cierto cambio de ritmo en sus acciones, cuerpos obviamente transformados por los años, pero con una elegancia absoluta que no niega su pasado de glamour (Burstyn aparece muy bien vestida; Caan, con traje cotidiano o de gala). No es una gran película, ni siquiera original, aparte de que tiene varios desequilibrios en el guion, pero es ejemplo de esa magia inexplicable del cine que hace válidos defectos que rechazamos en otras películas. Es donde las emociones (el corazón, la nostalgia, la memoria) destruyen todo cánon crítico. 

jueves, 24 de junio de 2021

DESCUBRIRSE

 

SHIVA BABY
2020. Dir. Emma Seligman.

         La joven Danielle (Rachel Sennott) termina de hacer el amor con Max (Danny Deferrari), mayor que ella, y le informa que tiene que irse porque tiene un compromiso. Sutilmente le recuerda que algo falta y el hombre le entrega unos billetes, además de besarla con mucho afecto. Además, previamente, le ha colocado un brazalete en su muñeca. Al llegar a su casa, sus padres Joel (Fred Melamed) y Debbie (Polly Draper) le apuran para que se vayan hacia la “shiva” (el rito funeral judío que ocurre luego del entierro) de una pariente lejana que acaba de fallecer. Danielle se ha encontrado con Maya (Molly Gordon), de la cual, luego se sabrá, que fue su novia. Y en la “shiva”, aparecerá, de repente, Max (¡al cual conocen sus padres!) junto con su joven esposa Kim (Dianna Agron) y su pequeña bebé de año y medio...

 Los padres

         Una celebración peculiar se convertirá en proceso de crecimiento para una chica “millenial” que no tiene idea sobre qué vendrá para su vida. A Max le ha contado que el dinero sirve para apoyarse en sus estudios de leyes, pero en realidad está terminando artes liberales. Los padres de Danielle conforman a la típica pareja cuyas únicas preocupaciones son, tanto el futuro de la hija, como la necesidad y el deseo de que encuentre al preciso marido judío (la madre critica repetidamente que Max se hubiera casado con una mujer no judía). Los parientes, que se encuentra la joven en esta casa, también insisten en interrogar y dar sus opiniones en cuanto a estudio, pareja, trabajo, flacura o gordura. Maya, quien muestra ciert0 resentimiento, igualmente correspondido, hacia Danielle, reclama la ausencia de textos o noticias luego de haber sido las mejores amigas.

 La ex novia

         La cinta nos lleva hacia el pequeño universo donde una joven encontrará muchos elementos para hacerla reflexionar acerca de su situación personal. Max es uno de varios “clientes” encontrados a través de la internet, con la intención de conseguir el recurso que difícilmente obtendría por otro lado: es el “sugar daddy” o figura paterna para una chica menor que cubre las fantasías. Maya fue su novia en la fase de “exploración” que ahora se utiliza para justificar la sexualidad o los poliamores de los jóvenes, pero que explica su confusión sentimental. El descubrimiento de la esposa de Max viene a contrastar con la imagen terrenal del hombre como pareja carnal (antes incógnita y suspendida en el misterio), pero más que nada, la niña pequeña, quien viene a ser la “baby” del título ante la pregunta recurrente por los lloriqueos de la hija de Max y Kim (¿a quién se le ocurre traer a una bebé a un shiva?).

 El amante y su esposa

         No obstante, en realidad esa bebé es el reflejo indirecto de Danielle, quien todavía puede ser considerada como pequeña que llora internamente, que no tiene idea ni conciencia del futuro, que es tratada como niña chiquita por sus padres que están al tanto de ella, protegiendo, buscando alternativas de trabajo, preocupándose por todo lo que le rodea, aunque vivan ignorantes de su realidad. Por eso, los golpes, rasguños, accidentes, que va recibiendo Danielle en este momento angustiante, servirán para que vaya comprendiendo a su propia naturaleza. La cinta sucede en un único día, en la casa de los deudos de la mujer fallecida, donde hay comida en exceso, rituales, encuentros y desencuentros. Se forma una gran tensión en el ambiente porque siempre se está al borde de que algún secreto se revele o explote. En realidad, es una cinta divertida, con momentos graciosos y un reparto de primera que nos habla de un proceso de avance en el proceso personal para autodescubrirse: ¿acaso no lo hemos vivido todos en esos tiempos de abandono de la adolescencia?.

 Danielle, la verdadera "shiva baby"

         Rachel Sennott aparece en la serie de televisión Call Your Mother como hija de Kyra Sedgwick. Danny Deferrari, cuyo aspecto físico queda preciso dentro de su etnia, fue el protagonista de la miniserie Madoff. Molly Gordon es una de las dos chicas tremendas de La noche de las nerds (Booksmart, 2019). que pudimos conocer gracias a plataformas y, sobre todo, Dianna Agron, quien tuvo rol importante en la exitosísima serie Glee. Es la primera película de la realizadora Seligman, quien a los 26 años muestra una gran capacidad fílmica: para encontrar la atmósfera adecuada en una reunión prácticamente claustrofóbica que sucede en horas, revisó cintas de Joan Micklin Silver y John Cassavettes, entre otros, y es impresionante su absorción de las lecciones de cine que le dejaron esos maestros.

La directora Emma Seligman al frente del excelente elenco



 

 

domingo, 13 de junio de 2021

LAS REENCARNACIONES

 

INFINITOS
(Infinite)
2021. Dir. Antoine Fuqua.
 

         Los Infinitos pertenecen a una raza de inmortales que reencarnan luego de morir. Hay dos bandos: los creyentes, que piensan en mejorar a la especie humana con cada retorno, y los nihilistas, que desean terminar con este ciclo, al destruir toda vida posible en el planeta: de esa manera, ya no habría alternativas para renacer. Evan (Mark Wahlberg) siempre ha creído que es esquizofrénico. Desde jovencito tiene pesadillas que parecen vivencias, así como alucinaciones que le presentan hechos extraños. Al no encontrar trabajo y la necesidad de dinero, fabrica una espada samurái, en estilo antiquísimo, de la cual el mismo Evan no comprende su habilidad ni conocimiento para realizarla. La vende a un narcotraficante a cambio de pastillas para su enfermedad, pero al ser traicionado, provoca un incidente que le lleva a la cárcel. Ahí le reencuentra Bathurst (Chiwetel Ejiofor), su némesis, principal promotor del nihilismo. La cinta inicia con un prólogo en Ciudad de México, en 1985, donde la anterior encarnación de Evan, Treadway (Dylan O’Brien), es perseguido por la previa encarnación de Bathurst (Rupert Friend) quien busca recuperar “el huevo”, un aditamento dorado, con forma ovoide (como huevo Fabergé, estilizado), que servirá para sus fines de aniquilación total. Todos mueren. Ahora, en 2020, retoman el reto.

         Basada en una novela, edición de autor, que tuvo la suficiente publicidad y promoción para levantar el interés de productores fílmicos, estamos ante otra película del enérgico realizador Antoine Fuqua donde continua con sus discursos en pro de la justicia y del bienestar humano. Luego del cine de acción (El justiciero, Día de entrenamiento), fantasía (El rey Arturo), melodrama (Revancha), y hasta del oeste (Los siete magníficos), que volvió a filmar debido a que estaba basada en Los siete samuráis, una de las obras maestras de Kurosawa, realizador al cual admira desde que la conoció siendo adolescente; y ahora se introduce en la ciencia ficción, con una trama cuyas posibilidades son múltiples para la creación de una franquicia. Ya desde el momento en que esta cinta tiene dobles actores para mismos personajes, puede uno intuir que el objetivo consistirá en la continuidad de esta rivalidad, aunque con otros elencos. Es una situación cómoda y libre que se convierte también en su principal limitación ya que la perpetuidad de una persecución no ofrece mayores matices ni atractivos o alternativas más allá de los efectos especiales y la repetición de situaciones.

         La cinta inicia con una persecución en la Ciudad de México donde se muestran las avenidas aledañas al Zócalo y sus edificios. Algunas partes del Paseo de la Reforma, para luego entrar en una fantasía, divertida para los mexicanos o quienes conozcamos la geografía de estos lugares, ya que la acción pasa, de inmediato, a callejones de Guanajuato, insólitos para ser pensados en la capital mexicana, para luego reintegrarse a aquella, pero bueno, es una película donde no hay motivos para respetar la lógica. Esto, más el eficacísimo sentido del ritmo y de la acción que posee el director Fuqua son las mayores cualidades de una película que, por desgracia, va disminuyendo en interés según se va desarrollando. Es lo que puede rescatarse de una cinta que pudo ser mucho mejor. Antoine Fuqua sigue siendo un director admirable, pero aquí estamos ante una de sus cintas menores…

El director Antoine Fuqua




sábado, 12 de junio de 2021

UN LIBRO IMPRESCINDIBLE...

 

LUCERO ISAAC-MUJER DE TODOS LOS ESPACIOS
Elisa Lozano
(2021, Editorial Vestalia. 1ª. edición, 345 pp. $750)

         El título de este blanco, monumental libro, editado con sumo cuidado, tapa dura, y con muchísimas fotografías, así como testimonios sobre la vida y obra de Lucero Rueda (más conocida por su nombre artístico de Lucero Isaac), no podía ser más preciso. La autora Elisa Lozano ha realizado una minuciosa investigación: acceso al archivo personal de la artista, entrevistas con personas cercanas, consulta de libros, artículos de revistas, recuperaciones digitales de redes, para ofrecernos lo que debe de ser una verdadera biografía, un acercamiento directo y cercano a la realidad de quienes han protagonizado nuestra cultura artística. Lucero Isaac, cuyo nombre hemos visto en más de treinta películas, muchas de ellas representantes de la etapa más progresiva del cine nacional (mitad de los años sesenta y hasta dos décadas después), en la categoría que luego se distinguió como “ambientación”, cuando en realidad debería ser “dirección artística” (pero que las reglas sindicales del cine mexicano no permitían, absurdamente), también fue bailarina, modelo, fotógrafa, artista plástica.

 Alberto y Lucero Isaac

         Este libro nos permite descubrir muchas facetas de cultura popular: al dedicarse a finales de los años sesenta a la fotografía, fue contratada por la RCA Víctor como directora artística (aquí sí no hubo problema) y fue la responsable de crearle una imagen representativa a distintos cantantes que eran emergentes: a Lucero Isaac se le debe, por ejemplo, el cambio radical de Angélica María cuando la actriz migró de marca disquera. Fue la responsable de las fotografías ya emblemáticas del jovencísimo José José (y ella fue quien lo bautizó con ese nombre doble) en sus primeros discos de larga duración. A ella se le ocurrió el peinado afro que hizo popular a la efímera Sola, aprovechando su tipo de cabello y su color de piel. Lo mismo con Roberto Jordán o Estela Núñez, entre otros…

 El nombre doble de José José, con su traje de terciopelo...
La cantante Sola...

         Lucero Isaac fue parte de la mafia cultural de los años sesenta: aquella conformada por Monsiváis, Cuevas, Fuentes, Julissa, Gurrola, que serían los intérpretes del Primer Concurso de Cine Experimental del cual surgió su marido Alberto Isaac (nadador, caricaturista, periodista, luego cineasta) con En este pueblo no hay ladrones (1964) y que se reunían en la zona rosa, o participaban en los experimentos teatrales de Jodorowsky. Alrededor de ellos estaba la venia espiritual de don Luis Buñuel. Y antes de que esto sucediera, fue una rebelde transgresora: salía por las calles vestida con una capa, una especie de sotana, una falda corta; bailaba sobre las mesas de las fiestas a las cuales acudía y hacía preguntas agresivas a las señoras de sociedad preguntándoles si sabían cuánto costaba el kilo de tomate… Sus amistades, sus múltiples actividades, su trabajo artístico dentro de la plástica, son algunos de los aspectos fascinantes en este libro que atrapa y nos devuelve a tiempos que fueron creativos, impugnadores, implacablemente deliciosos.

 El vestido de novia de Isela Vega, entre tantas cosas, 
en "Las apariencias engañan"

         Ya que su trabajo fílmico fue el que la colocó en la mira internacional (fue la ambientadora de Missing, Costa Gavras, filmada en México, por la cual se ganó la nominación al Óscar en esos años cuando no cualquiera, como sucede ahora, se lo gana), el libro se dedica especialmente a su trabajo con Alberto Isaac (Las visitaciones del diablo, Las noches de Paloma, entre otras), Arturo Ripstein (Cadena perpetua, La tía Alejandra, entre otras de su buena etapa), y sobre todo Jaime Humberto Hermosillo (El señor de Osanto, La pasión según Berenice, Las apariencias engañan o El corazón de la noche, entre otras, que fue su último trabajo formal en cine). Por esto, solamente, el libro se vuelve valiosísimo documento de información, pero hay muchísimos más elementos por descubrir (su hijo Claudio, su relación con Natasha Gelman, sus retratos pintados por Best Maugard o su propio padre, sus casas, sus…). Imprescindible.

 El trabajo plástico...

        

viernes, 11 de junio de 2021

LA VIOLENCIA QUE NOS UNE

 SICARIO: EL DÍA DEL SOLDADO
(Sicario: Day of the Soldado)
2018. Dir. Stefano Sollima.



         Retornan los personajes del abogado vuelto mercenario  Alejandro Gillick (Benicio del Toro) y el consultor (ejecutor) del Departamento de Justicia Matt Graver (Josh Brolin) porque han ocurrido actos terroristas en Estados Unidos. Los responsables del acceso de estos criminales suicidas se debe a los cárteles de la frontera que ayudan a su entrada ilegal al país vecino. Debe, entonces, buscarse la manera de que los cárteles se peleen entre sí para tener un pretexto de ataque y eliminación. Se secuestra a la hija del mafioso Reyes, Isabel (Isabela Moner) haciéndolo pasar como acción del cártel rival pero las cosas se salen de control.

         La acción inicia en la frontera con Estados Unidos donde un terrorista se inmola matando a policías norteamericanos. Luego, varios de estos hombres cometen los mismos actos suicidas en un supermercado en Kansas City. Graver busca al líder somalí que permite el traslado de estos tipos hacia México para, de ahí, pasarse al otro lado. Deben detenerse estos accesos: Graver viaja hasta Bogotá buscando a Alejandro quien tiene pendiente, además, la venganza por la muerte de su esposa e hija a manos de Reyes. Los hechos suceden con rapidez y no se detiene ante fronteras o soberanías: en todos lados hay corrupción, pactos de pseudo caballeros (porque finalmente se traiciona al otro) y la fina línea que separa al bueno del malo, ya se desdibuja. La gran diferencia de esta cinta con la original (Sicario, 2015, Denis Villeneuve) reside en el escrúpulo moral que representaba la agente Kate (Emily Blunt), quien ya no aparece aquí, y dejaba de lado todo, asqueada por los manejos amorales de sus colegas.

         La gran ventaja es que sigue siendo el mismo guionista (Taylor Sheridan, quien, sin embargo, ha decaído en calidad: sus últimos trabajos han sido muy deleznables: Aquellos que desean mi muerte o Sin remordimientos) por lo que se mantiene la unidad de trama y objetivos de los personajes. Alejandro se redondea al ser humanizado (utiliza el lenguaje de señas con un sordomudo porque su hija tenía esa discapacidad; la alternativa de vengarse en la persona de Isabel está siempre contenida) y hasta tiene un final casi inverosímil aunque todo se debe a una razón: la siguiente secuela (que la poca taquilla y luego la pandemia, evitó). Matt sigue siendo ajeno a las reglas y no se detiene ante la destrucción o el desprecio hacia los seres inferiores (no puede evitarse: la cinta tiene su matiz racista). Nada importa si se busca mantener la paz, si se quiere limpiar la casa de uno sin que les importe las de los otros.

         Hay un personaje secundario desde el inicio de la cinta: Miguel (Elijah Rodriguez) quien es el aspirante a hampón, a pertenecer a los crueles cárteles donde solamente importa cumplir órdenes. De alumno de escuela que vive en la frontera norteamericana, junto al río, en McAllen, su primo lo introduce al coyotaje haciéndole ganar mucho dinero y presentándolo al operador de estos cruces ilegales, Gallo (Manuel García-Rulfo, siempre excelente). Su lealtad lo llevará a un conflicto de conciencia (aquí se desvía, indirectamente, la personalidad de la soldado Kate en la cinta original, aunque sin contundencia) que, no obstante, seguirá marcándolo para la vida.

         El realizador Sollima (hijo de Sergio Sollima quien, en los años sesenta, filmaba cintas de gladiadores, caballitos a la italiana o tramas violentas como Asesino vengador con Charles Bronson antes de que alcanzara su segundo aire, y el estrellato, con la serie de El vengador anónimo y otras cintas afines) mantiene una narración firme, plena de suspenso. Su experiencia, más que nada en series de televisión (Gomorra), con el tema de la mafia y el crimen sin sentido, se nota en esta interesante película (y su último ofrecimiento fue decepcionante: Sin remordimientos, a pesar de la presencia de Michael B. Jordan).

         Finalmente, es una triste realidad que el cine nos la muestre de manera tan cínica aunque sabemos que en lo cotidiano es peor, plena de injusticias, abusos, venganzas infinitas. Por otro lado, es una cara del país vecino donde la prepotencia y el hartazgo por la violencia da lugar a estas denuncias que siempre serán peores de nuestro lado: al acusar al otro, surge de inmediato el reflejo, como en un espejo, indicando que, en realidad todos somos culpables. El mundo ha decaído, la corrupción es rampante y no se elimina, ni se eliminará, por decreto (como tanto insiste el anciano que merodea por el Palacio Nacional).

sábado, 5 de junio de 2021

LAS BUENAS HIERBAS

 

CHARLATÁN
(Šarlatán)
2020. Dir. Agnieszka Holland.

         Tal como ha sido constante en algunas de sus películas, la realizadora Agnieszka Holland revisa la historia de la Europa Oriental en los tiempos del pasado. Así como el joven judío que entraba a las Juventudes Hitlerianas para sobrevivir (Europa Europa, 1990) o el hombre que rescataba a personas judías en una ciudad polaca (En la oscuridad, 2011) o el periodista galés que denunciaba la hambruna genocida sufrida en la Ucrania de los años treinta, por culpa de Stalin (Mr. Jones, 2019), ahora nos ofrece las injusticias vividas por el experto herbolario Jan Mikolášek (Ivan Trojan), debidas a los cambios de sistemas políticos en Checoslovaquia. Mikolášek se dedicaba a atender a las personas que lo buscaban para curar sus males. A través de la visualización de los orines, ofrecía un diagnóstico y una alternativa para que, con tés de hierbas diversas, consejos de tomas de sol o visitas a la playa, se pudiera recuperar la salud. Su popularidad no era bien vista por el régimen comunista, y cuando en 1957 muere el presidente Zápotocký, quien lo protegía, empezó una persecución que lo metería a la cárcel por los fallecimientos, jamás comprobados, de unos funcionarios. Mikolášek había atendido a oficiales alemanes durante el nazismo, incluido el mismo canciller de Hitler, Martin Bormann, y era una mancha imborrable para el gobierno totalitario. Muerto su protector, se acababa su invulnerabilidad.

El joven Mikolášek fue interpretado por Josef, hijo del actor 

         La cinta se apropia del personaje real que vivió entre 1887 y 1973. En ese lapso, Mikolášek fue soldado durante la Primera Guerra Mundial que le hizo participar en injustos fusilamientos que le trajeron gran malestar. Al ser hijo de un jardinero, además de expresar que tenía un gran don e instinto para saber de los beneficios de las plantas, pudo curar la gangrena que había invadido una pierna de su hermana. Fue aprendiz de una anciana herbolaria que identificó sus cualidades y, por medio de la cual, pudo interpretar los malestares de sus semejantes a través de sus orines. Así, estableció entre las dos guerras, una clínica donde atendía a personas que formaban largas filas para ser atendidas por este tipo milagroso. Al atender a personajes poderosos conseguía su protección; en otros casos, cuando ya no había remedio, los sobrevivientes de pacientes muertos guardaban su rencor hacia el hombre. Así llegó la Segunda Guerra y luego los cambios usuales con sus ideologías nefastas.

 El actor Ivan Trojan interpreta al Mikolášek adulto

En otro aspecto importante, Holland ofrece una mirada particular hacia la sexualidad de Mikolášek, en la que es la parte más orientada hacia la especulación y la ficción, ya que se presenta la relación entre el herbolario y su asistente particular, František Palko (Juraj Loj), hombre joven, casado, quien inicialmente se resiste a la seducción de su jefe para luego caer sin reservas en sus brazos. Mikolášek, desde su experiencia traumática, siempre pensó en salvar vidas y buscar el bienestar social. No obstante, en el aspecto privado, su pasión hacia Palko lo confrontó con su moralidad. Al enterarse de la existencia de la esposa de su amado, aceptó conocerla y dejar en claro su protección, pero con cierto celo y desprecio interiores. Cuando la mujer queda embarazada, es el primero en obligar a Palko para que la haga tomar un té que le provocará el aborto. La personalidad compleja de un hombre, en realidad, contradictorio, queda definida y así se explicará sus decisiones en momentos límite.

Una relación apasionada, más allá de condenas o moralidad

Holland se permite investigar personajes y situaciones para establecer las ironías de la vida, acordes con los cambios políticos que determinan a nuestras existencias. Cuando uno revisa la historia de los regímenes totalitarios y las experiencias diversas y contrastantes según quien ha llegado al poder, no le queda más que pensar en el destino. La opresión vivida detrás de la cortina de hierro ha dado lugar a muchas cintas extraordinarias que la analizan (a la memoria llegan, por ejemplo: Mefisto o Sunshine, ambas del húngaro István Szabo, cuyos personajes eran sometidos o afortunados, dependiendo del momento político, pero hay muchísimos otros ejemplos, si se incluyen también a las dictaduras latinoamericanas o a los países orientales: las injusticias múltiples y limitaciones obligadas por la soberbia y la corrupción humanas). Holland, de origen polaco, estudió cine en Checoslovaquia porque tenía mayores oportunidades que en su país natal. Trascendió fronteras y ha filmado en Hollywood como en Francia. Todo su cine es de gran interés. Ha sido galardonada en varios festivales. Esta cinta muestra su excelencia.

La directora Holland dando instrucciones a Ivan Trojan.



miércoles, 2 de junio de 2021

HUMOR CON IRONÍA

EL INFILTRADO DEL KKKLAN
(Blackkklansman)
2018. Dir. Spike Lee.

         En 1973, el policía Ron Stallwarth (John David Washington) se convirtió en el primer oficial negro dentro de la policía de Colorado Springs. Con todo y provocaciones, con desprecio de sus compañeros, fue ascendiendo poco a poco hasta que se integró al Departamento de Inteligencia. Al ver un anuncio donde se invitaba a participar en el Ku Klux Klan, llamó pidiendo información y se le respondió: se hizo pasar como blanco supremacista y para introducirse en la organización utilizó a su compañero blanco, y judío, Flip Zimmerman (el desagradable Adam Driver), mientras que él mismo fue el guardia asignado para cuidar la visita del jefe superior de dicha organización David Duke (Topher Grace).

         Gracias al apoyo del productor Jordan Peele, el director de la exitosa ¡Huye! (Get Out!, 2017), Spike Lee fue invitado a dirigir esta cinta considerando su importante carrera, siempre sugerente e incitadora hacia la reflexión sobre las diferencias raciales y los personajes significativos de su etnia. En este caso, se basó en un hecho de la vida real, la audaz intrusión en la antigua y criminal institución para ponerla al descubierto en sus métodos violentos y sus actos criminales. La cinta es una mezcla de humor con ironía, de discursos detestables con otras meditaciones sobre la situación del negro en una nación altamente segregada, apenas en la alborada de los derechos civiles.

         El propio director comentó que una constante de su obra fílmica ha sido la eterna lucha entre el amor y el odio. De ahí que muestre el conflicto racial porque finalmente deriva en prejuicios y en el gratuito ataque entre seres humanos por diferencias de la propia naturaleza. De ahí que utilice referentes sociales de importancia como el brutal ataque de la policía contra Rodney King en “Malcolm X” o los comentarios sobre el ataque a las torres gemelas en “La hora 25”. Aquí muestra la marcha supremacista de 2017 en Virginia como una indirecta al estado actual de su nación, pero también pone como referente a películas que han sido importantes en su penetración mundial ante espectadores que se regodean en su estética sin darle importancia al subtexto racista como El nacimiento de una nación (1915, Griffith) o Lo que el viento se llevó (1939, Mitchell). También posee una secuencia donde Ron discute con su objeto amoroso Patrice (Laura Harrier) sobre la importancia de las cintas consideradas de “blaxploitation” populares en esos primeros años setenta, donde los roles principales eran interpretados por actores negros que ponían en su lugar a los blancos y mostraban emociones y sentimientos (Shaft, como ejemplo).

         La película es muy atractiva por una trama que permite el suspenso y la intriga, además de entrar en los cuestionamientos de raza, ya sea por ese odio (el asunto del KKK) o ese amor (el conflicto personal de Ron ante Patrice, quien tiene mala opinión de los policías, desconociendo esta identidad de su amado). Alternadamente, es el rescate de un hecho que aconteció y que tomó por sorpresa a sus protagonistas. Estas cualidades son las que le otorgaron el Premio Especial del Jurado en Cannes 2018 así como su presencia en diversos festivales y selecciones de premios. Es otra manera de explicar la evolución en cuanto al estatus que actualmente mantienen las diferentes etnias a nivel mundial.

El director Spike Lee en Cannes...