viernes, 31 de julio de 2020

A TRAVÉS DEL DOLOR


RETABLO
2017. Dir. Álvaro Delgado-Aparicio.
         Segundo (Junior Béjar Roca) es el hijo adolescente de Noé (Amiel Cayo) quien es maestro retablista en un pueblo peruano. Está aprendiendo el oficio y convive mucho con su padre en ese verano, mientras está de vacaciones escolares. Noé tiene su espacio artesanal, cercano a su casa. Ambos deben transportarse, gracias al aventón que les brindan los que pasan por la carretera hasta la ciudad cercana para colocar sus retablos en los mercados y comprar materia prima. Noé, en ocasiones, deja solo a Segundo para ir a arreglar diversos asuntos. Ambos viven con Anatolia quien es la esposa y madre que cumple con sus labores del hogar. Todo marcha bien. A Segundo, su amigo Mardonio le insiste en que se marchen hacia los algodonales en otro pueblo para ganar dinero, pero el muchacho prefiere continuar con su padre. Sin embargo, cierto día, mientras se dirigen a la ciudad en una camioneta, Segundo, quien va en la caja trasera, atisba por un hueco en la ventanilla cubierta con cartones y se da cuenta de que Noé está masturbando al chofer del vehículo. El golpe es brutal y, por lo tanto, las cosas cambian.
Noé y Segundo
Un retablo en su caja
         Un inicio festivo donde una familia celebra un aniversario y se coloca para una foto grupal, sirve para que Noé verifique la retención en la memoria de Segundo. Le cubre los ojos y le pide que describa, en orden definido, a cada persona con sus características físicas, colores y tipos de ropa: alternan el quechúa con el idioma castellano. Este ejercicio (que sirve de prólogo a la película), desconcierta, pero luego tiene razón de ser al mostrarse cómo servirán los detalles para crear el retablo de la familia donde cada integrante será representado por una figura creada manualmente con masa de papa, solidificada y posteriormente pintada. Serán colocados en una vistosa caja de madera con puertas en el mismo orden de la foto que se ha visto previamente. Ese es el trabajo artesanal: la representación de las personas con figurines, aparte de imágenes religiosas para dejar constancia, como si fueran fotografías, pero dentro de una tradición legendaria. En algún momento, Noé explica que los retablos se venden mucho entre los turistas. Su significado es, entonces, simbólico.
El retablo familiar:
figurines e imágenes religiosas
Los diarios transportes
         La película muestra un contraste brutal entre la idílica tradición y la realidad que no puede negarse. Ante la estricta homofobia y los cánones que debe seguir la masculinidad, Noé tendrá que satisfacer sus deseos y Segundo aprenderá que el mundo se rige por otras leyes a las que se ha acostumbrado: escucha por la noche a su madre que le pide a Noé que la posea, algo que sucede sin mayor problema, y luego le toca descubrir otro aspecto de la sexualidad en su padre. La cinta muestra los efectos de este choque emocional y cómo Segundo deberá afrontar este proceso de crecimiento personal aunque sea a través del dolor. La cinta insiste en que los cambios tienen altos costos, sobre todo cuando son radicales, pero finalmente van moldeando la experiencia personal, como las figurillas endebles que van tomando forma gracias a las manos del artesano.
El realizador Álvaro Delgado
con sus actores

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